Revista Religión
El doce de enero de 2020 quedará grabado con letras de oro en la memoria de todos los pastoreños, al haberse escrito uno de los capítulos más brillantes de la historia de nuestra hermandad. Cuando a las once de la mañana se iniciaba desde la casa hermandad la procesión con el Sr. Arzobispo de Sevilla, entonándose las letanías de los santos, todo presagiaba que aquello era el preámbulo de un día histórico, algo que sólo podría sucedernos una vez en la vida y que había que vivir con la intensidad adecuada para no perdernos nada y poder contarlo el día de mañana a las generaciones futuras.
Tras llegar a la parroquia, se inició el rito de apertura de la Puerta Santa, en el que se leyó el Decreto de concesión del Año Jubilar a la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana con ocasión de su Tercer Centenario Fundacional. Fueron tres golpes de martillo realizados por monseñor Asenjo, la señal para que se abriera la Puerta Santa de la iglesia parroquial a los sones de "Gloria a Ti". En la Eucaristía participó el Grupo de Cámara Santa Cecilia, que interpretó la Misa Brevis KV 65 de Mozart y algunas coplas dedicadas a la Divina Pastora. Entre las representaciones y autoridades asistentes se encontraba el Sr. Teniente General de la Fuerza Terrestre y el Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía. El Sr. Arzobispo tuvo la oportunidad de ver la iglesia henchida de los fieles que desde primera hora de la mañana abarrotaron el templo para asistir a la Santa Misa. Una vez finalizada la misma nos dejó unas palabras de su puño y letra en el libro de firmas de la hermandad y descubrió el azulejo conmemorativo en la puerta de la iglesia, despidiéndose de todos nosotros entre los aplausos de todos los asistentes, a los que dedicó muestras de afecto y cercanía.
Para completar el día, a las seis de la tarde, tuvo lugar en la iglesia, igualmente abarrotada, el concierto barroco de Apertura del Año Jubilar, ofrecido por la soprano Cristina Bayón & Dardanus Ensemble, que se titulaba "Bach en torno a 1720", en el que además de varias piezas y arias del músico alemán, se interpretaron obras de Gounod, Pachelbel, Giazotto y Vavilov, concluyéndose con la interpretación de la copla compuesta por Rafael Carretero para la Divina Pastora que popularmente conocemos por "Las corolas". Fue tan magistral y emotiva la actuación de la soprano que levantó al público de sus asientos, entre aplausos tan enfervorizados, que tuvo que repetir su interpretación.
Finalizó así este memorable día que recordaremos todos con gran satisfacción, en el que ha quedado patente que Cantillana desborda de gozo con su Pastora.
(Fotos: Francisco Castillo)