Hoy, 24 de enero, es el Día Internacional de la Educación, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo.
La Resolución fue aprobada el 3 de diciembre de 2018 y dice muchas cosas, algunas de las cuáles vale la pena recordar, más todavía en esta época de dificultades provocadas por la pandemia de la Covid-19:
“Reconociendo que la educación desempeña un papel fundamental en la creación de sociedades sostenibles y resilientes y contribuye al logro de todos los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible; aumenta la productividad de las personas y el potencial de crecimiento económico, desarrolla las competencias necesarias para el trabajo decente y las aptitudes profesionales necesarias para el desarrollo sostenible, en particular en las esferas del agua y el saneamiento, la energía ecológica y la conservación de los recursos naturales, ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, contribuye a mejorar la salud, promueve la igualdad entre los géneros y puede reducir la desigualdad, y promueve la paz, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos,
Reconociendo tambiénla importancia de adoptar medidas para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad a todos los niveles —enseñanza preescolar, primaria, secundaria, terciaria y a distancia, incluida la formación técnica y profesional—para que todas las personas puedan acceder a oportunidades de aprendizaje permanente que las ayuden a adquirir los conocimientos y aptitudes necesarios para aprovechar las oportunidades que se les presenten de participar plenamente en la sociedad y contribuir al desarrollo sostenible.”
En su página web, la ONU reconoce que todavía hoy, “262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela.”
Evidentemente, es inaceptable.
Este día se celebrará el 25 de enero, y el tema de esta edición será “Recuperar y revitalizar la educación para la generación COVID-19”. No he visto muchas iniciativas en nuestro país a este respecto, lo que me llena de una gran preocupación.
Toni Morrison
Estos días he leído para mi club de lectura la que se considera la obra cumbre de la escritora norteamericana Toni Morrison, Beloved, publicada en 1987. La novela ganó el Premio Pulitzer de Ficción en 1988 y fue finalista del National Book Award el año anterior. Está considerada como una de las mejores novelas de la literatura en Estados Unidos. Beloved narra una dura historia de esclavitud (no se puede escribir con alegría sobre esta lacra que todavía hoy provoca muchos disturbios). Pero quisiera recordar que frente a aquellos esclavos que ponían en duda el aprendizaje, muchos de ellos los vieron como una manera de liberarse de las cadenas:
El amo le enseñó. Se ofreció a enseñarles a todos, pero solo mi papaíto quiso aprender. Grandma decía que los otros se negaron. Uno, que tenía un número en vez de un nombre, dijo que eso le embarullaría la cabeza, que le haría olvidar cosas que debía recordar para memorizar cosas que no debía. Pero mi papaíto decía: <<Si no sabes calcular te engañan. Si no sabes leer te pegan.>> A todos les parecía muy raro. Grandma no estaba segura, pero gracias a que mi papaíto sabía contar y calcular con papel y lápiz, logró comprar su libertad. Y Grandma decía que siempre lamentó no saber leer la Biblia, como los verdaderos predicadores. De manera que estaba bien que yo aprendiera y lo hice hasta que todo fue silencio y solo oía mi propia respiración y otra que volcó la jarra de leche que había en la mesa.
___________
Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).