Se puede decir que un humedal es una zona de tierras cuya superficie se inunda de forma permanente o no.
Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando así desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los acuáticos y los terrestres.
Las zonas de costa marítima presentan una anegación periódica por el régimen de las mareas pero también la categoría de humedal comprende otras zonas con propiedades geológicas distintas como las ciénagas, esteros, marismas, pantanos y turberas.
Recinto de aves acuáticas en el humedal de Tuchlovice, en la Repúbluca Checa
Los humedales son los entornos más productivos del mundo, además de “cunas” de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir. Es decir, son vitales para la supervivencia humana.
Pequeño humedal en el condado Marshall, Indiana, Estados Unidos
¿Por qué digo esto? Por la sencilla razón de que los humedales son indispensables por los innumerables beneficios o “servicios” que brindan a la humanidad como, control de crecidas, recarga de aguas subterráneas así como suministro de agua dulce, nos proporcionan alimentos y materiales de construcción y biodiversidad, además no puede faltar el aplacamiento del cambio climático que tanta falta hace a día de hoy.
Pantanos de Centla, en Tabasco, México
Sin embargo, no es todo tan positivo ya que estudios demuestran que la superficie y la calidad de estos magníficos humedales siguen disminuyendo en la mayoría de las regiones del mundo. Como consecuencia, los “servicios” que nos ofrecen los ecosistemas proporcionados por los humedales se encuentran en grave peligro.
Por esta razón, se tiene el manejo de los humedales como un reto a nivel mundial contando con 160 partes contratantes por parte de la Convención dedicada a ello, lo que puede suponer un reconocimiento del valor del tratado internacional dedicado a un solo ecosistema.
Esta Convención aplica una definición amplia de los humedales, que abarca todos los lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes coralinos, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.
Humedal Santa María del Lago, parte del circuito de Humedales de Bogotá
Por lo tanto, el día 2 de Febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, ¡nada menos que desde 1971!
Uno de los principales logros de este Convenio, también llamado Ramsar, por firmarse a orillas del Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar, ha sido la creación de la lista de humedales de importancia internacional.
Dicha lista está compuesta por 2.224 humedales de 169 países con una superficie de 214.326.438 hectáreas (enero 2016).
El Estado español se adhirió al Convenio en 1982, y hasta la actualidad (enero 2016) ha incorporado a la Lista de Humedales de Importancia Internacional 74 zonas húmedas con una superficie de 303.090 hectáreas entre las que destacan parques nacionales como Doñana y Tablas de Daimiel y lagunas como Villafáfila, y Gallocanta.
Doñana
Tablas de Daimiel
Centro de interpretación de las Lagunas de Villafáfila
Laguna de Gallocanta
Por último os con un corto vídeo de Ramsar para que le echéis un vistazo.Entrada anterior (Undulus Asperatus, ¿qué es?)