Diagnosticar y detectar la Osteoporosis
Si bien es difícil detectar esta enfermedad, existe un estudio que se encarga de medir el grado de osteoporosis y evaluar los riesgos que el cuadro presenta en cada paciente.
Este procedimiento se conoce con el nombre de Densitometría, y sirve para detecta el grado de mineralización de los huesos y para establecer el riesgo de fracturas. No causa dolor y se realiza de manera rápida y es indispensable, junto con otros estudios como las radiografías y estudios de laboratorio, para detectar a tiempo la osteoporosis.
Una vez diagnosticada la enfermedad, y cualquiera sea la edad del paciente, deberá seguir cumpliendo ciertas recomendaciones de rutina: ingesta de suficiente de alimentos con calcio o mediante medicamentos especialmente recomendados por el médico, actividad física acorde a su edad y exposición solar adecuada. Además, evitar la ingesta de fármacos o tóxicos innecesarios y nocivos para los huesos.
En personas ancianas, recluidas durante largos períodos de tiempo en su domicilio, especialmente en las grandes ciudades durante los meses invernales y, por lo tanto, sometidas a poca exposición solar, muchas veces es necesario añadir a la dieta un suplemento de vitamina D.
Se deberá prestar especial atención a la prevención de las fracturas tras las caídas o golpes, por mínimos que sean. Para ello, es fundamental utilizar el calzado adecuado, caminar siempre por superficies firmes y con iluminación suficiente, asimismo como evitar las alfombras en las casas y hogares en las que viven las personas mayores. El ejercicio físico mejora el tono muscular, el equilibrio y la agilidad, y puede, por ello, disminuir las probabilidades de caídas en pacientes ancianos.
Aunque el futuro es comprometedor, aún no existe ningún medicamento definitivamente eficaz para estimular la formación del hueso y de recuperar la pérdida de la masa ósea producida como consecuencia de la osteoporosis.