-Mamá, pero es que yo no soy especial.
-Claro que eres especial, hija mía, ¿por qué dices eso?
-En el cole yo no soy especial.
-¿Por qué?
-Porque me quitan mi poder, mamá.
-¿Quién te quita tu poder, la maestra, los niños?
-La maestra, mamá. Me obligan a hacer lo que ellos quieren, me mandan a callar, tenemos que hacer las cosas como dicen... y si no, nos castigan. Me quitan en lo que yo tengo poder, mamá. Y luego, cuando quieren que yo haga aquello en lo que ellos dicen que tengo que tener poder, entonces ya no tengo poder.-¿Y los niños?
-Los niños tienen una mente diferente de la mía, y yo no me puedo poner como la mente de ellos, porque entonces me aburro.
Y lo dice todo, entre lágrimas, y con una dulzura infinita...
