El Hospital Clínic de Barcelona acaba de dar a conocer una nueva técnica que permite diagnósticar el cerebro de un recién nacido para saber si se ha desarrollado adecuadamente durante las semanas del embarazo. Se trata de una técnica experimental que logra identificar aquellos cerebros en apariencia normales, pero que en realidad cuentan con algunas deficiencias causadas durante el desarrollo prenatal. Gracias a la técnica se puede realizar un diagnóstico precoz del fracaso escolar en bebés.
Tras la identificación de las deficiencias, se puede poner en marcha un plan de estimulación precoz durante los primeros 24 meses de vida, algo que permitirá al cerebro, que sigue en fase de desarrollo, corregir esos errores y así reducir la posibilidad de fracaso escolar cuando el niño inicie la etapa escolar. Hay que reconocer que se trata de una técnica interesante que contribuirá en cierta medida a reducir el índice de fracaso escolar en las próximas generaciones.
Claro que sabemos que el fracaso escolar no sólo es causado por deficiencias en el desarrollo neuronal, los problemas de visión, el los problemas para poder comprender la temática de determinadas asignaturas, la calidad de la educación, etc., de todo ello hablábamos en el post El fracaso escolar se debe tratar como una enfermedad. Con respecto a la nueva técnica de diagnóstico, los especialistas indican que los casos graves de desarrollo neurológico son fácilmente detectables, en cambio los casos leves que son mucho más frecuentes, son más complicados de detectar.
Estos casos de deficiencias leves en el desarrollo neuronal son causados por una placenta mal implantada en el útero, teniendo en cuenta que es el medio por el que se alimenta el futuro bebé, provoca que no reciba los nutrientes necesarios para su desarrollo limitando su crecimiento y desarrollo neuronal durante el último trimestre del embarazo. En este sentido los expertos apuntan que una parte de los bebés que nacen con bajo peso están afectados y por tanto tendrían mayor riesgo de sufrir fracaso escolar en años posteriores.
A esto hay que añadir que estos niños tendrían mayor riesgo de sufrir trastornos de atención, tendrían más dificultades para relacionarse socialmente, serían más irritables… problemas que ahora con esta técnica se podrían evitar o al menos reducir. Esta técnica consiste en analizar las redes de conexiones establecidas entre neuronas, los patrones son diferentes con respecto a un bebé nacido a término que se ha gestado en una placenta correctamente colocada. Es un diagnóstico precoz que predice alteraciones de la conducta y el aprendizaje, y como decíamos antes, dado que el cerebro del bebé es más maleable durante los dos primeros años de vida, con un programa adecuado de estimulación y educación, se podría mejorar la red neuronal y por tanto mejoraría el rendimiento intelectual y la conducta.
Sin duda, la técnica que hemos conocido a través del artículo de La Vanguardia, es todo un logro y representa todo un avance en este campo, ayudar a recuperar la capacidad intelectual es ayudar a los niños a que tengan más posibilidades en un futuro. De momento, la técnica ha de ser pulida y todavía no está lista para que se utilice de forma rutinaria en los hospitales, pero aunque lo estuviera, dudamos que se aplicara teniendo en cuenta los recortes sanitarios que la crisis económica está provocando. Seguramente especialistas de otros países pondrán en marcha la técnica mucho antes que España.
Con respecto a su utilización, cuando deje de ser experimental, los expertos indican que no todos los bebés serán candidatos para ser sometidos a este diagnóstico precoz del fracaso escolar, sólo se aplicará en aquellos bebés que han nacido con bajo peso, menos de 2’5 kilos en la 38 semana del embarazo, 2’7 kilos si nacen en la 40 semana del embarazo y a todos los bebés prematuros nacidos en la 32 semana del embarazo. Pronto tendremos más detalles sobre esta técnica de detección precoz tan interesante.
Foto | César Rincón