Diálogo de gatos

-Sin profesores ni médicos y con el salario recortado.
-Y los derechos sociales, ignorados. ¿Cuándo podré jubilarme?
-Lo que más pena me da es que mis hijos no sabrán jamás qué es un trabajo estable.
-Eso es cierto, pero a mí lo que me da rabia es que es la ley del embudo: nosotros cada día más jodidos y ellos no paran de trincar.
-Claro porque al final son todos lo mismo: los políticos y los banqueros, los banqueros y los políticos. Se protegen unos a otros.
-Y se recolocan los unos a los otros.
-O se indultan.
-Aquí lo que hace falta es una revolución.
-¡Eso, con decapitaciones, como en la Revolución Francesa!
-¡No seas bruto! Hay que seguir la vía pacífica.
-Nunca se ha conseguido nada sin pegar dos hostias. Han de rodar cabezas, joder. Pero literal, ¿eh?
-Lo que pasa en este país es que...
-¡Calla, que empieza el programa de la boda de la duquesa! 

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