Imaginaos un episodio como el siguiente. Pongamos que es septiembre. Pongamos que llueve. Pongamos una consulta médica en cualquier Centro de Salud del medio rural español.
Por poner, pongamos a un médico y una persona que entra en su consulta.
- Buenos días, vengo a que me recete una caja de ibuprofeno y otra de paracetamol.
- ¿Y eso?
- Verá, sufro de unos terribles dolores de cabeza y creo que tengo derecho a que se me pasen.
- Sí, el dolor de cabeza es algo terrible. Pero… ¿cómo sabe usted que esos medicamentos van a curar el suyo?
- ¡Hombre!, eso lo sabe todo el mundo. Además conozco a otros médicos que los recetan habitualmente y el Presidente de la Asociación de Vecinos de mi pueblo dice que a mucha gente que conoce se le han curado así dolores como el mío.
- Ya, pero hay dolores de cabeza de muchos tipos y pueden estar ocasionados por muchos factores. ¿Cómo sabe usted que su dolor es igual que el de esas personas?
- Está usted haciendo demasiadas preguntas ¿no cree? Recéteme los medicamentos a los que tengo derecho y no demos tantas vueltas.
- De acuerdo… Voy a recetárselos. Pero he de informarle que para acceder a esos medicamentos hay que rellenar una Solicitud para el Organismo de Concesión de Medicamentos del Gobierno.
- Vale, ¿y qué hay que hacer?
- En primer lugar hay que rellenar y firmar esta Solicitud. Luego tiene que traerme un Volante de Empadronamiento, una Fotocopia de su DNI y de su Tarjeta Sanitaria y un Certificado de que no está usted incluido en el Registro de Usuarios de Medicaciones para enfermedades crónicas.
- Ese Certificado no lo tengo.
- Puede pedirlo por Internet. O si prefiere, puedo solicitárselo yo, aunque me tendrá que firmar antes una Autorización y, sobre todo, el Formulario de protección de datos, porque en ese Certificado puede haber información confidencial.
- De acuerdo, hágalo usted.
- Pues tiene que firmar aquí y aquí. Y se me olvidaba… Cuando me traiga el resto de la documentación tiene que traerme también esta Declaración Responsable de que le duele la cabeza.
- Pero si ya se lo estoy diciendo…
- Ya, pero son las normas para que le puedan conceder esos medicamentos.
- ¿Y cuándo me los van a conceder?
- Bueno, eso depende. Tardan unos tres meses, aunque nunca se sabe…
- ¿Tanto?
- ¡Buf!, antes tardaban mucho más, pero últimamente parece que están dedicando más fondos a estas medicaciones y se está agilizando el tema.
- Pero a mí me duele la cabeza ahora.
- Sí, pobre… y tiene derecho a que se le pase cuanto antes. Ya le digo que antes tardaban más, pero gracias a la presión de muchos profesionales y afectados se está consiguiendo que el Gobierno agilice las concesiones. Mire, precisamente ahora hay una Campaña para denunciar estos temas y reclamar más fondos. Si quiere, puede firmar en estas hojas de apoyo.
- De acuerdo, lo haré. ¿Cuándo puedo traerle el resto de documentación?
- Puede traérmela o puede mandármela por correo electrónico. Estamos implantando un nuevo sistema para atender mejor a las personas y así facilitamos los trámites.
- Oiga, y mientras… ¿no tendrá por ahí una Aspirina?
- Lo siento, yo no. Pero si se acerca por la Parroquia, tal vez puedan darle alguna.