La cosa no puede haberse puesto más interesante. En última instancia, toda la serie se reduce a la relación entre Walt y Jesse. Se acerca el final, y todo lo que importa es: ¿Jesse contra Walt o Jesse CON Walt? Ahora mismo están totalmente enfrentados. Jesse quiere hundir a White, tanto que accede a trabajar con Hank, una alianza improbable y muy ansiada. Tiene un plan, y no sé en qué va a consistir, ni siquiera sé si va en serio. Obviamente, la serie sabe como ponerme nervioso.
Porque además, Walt ha tomado una decisión con la que no está a gusto, ni mucho menos. Aún tiene mucho que reflexionar sobre quién es Jesse para él, realmente.
Lo dicho, se avecina una recta final fascinante.
