foto: Ruben Ulloa – vivienda en Oleiros (Flu-or)
Hemos terminado esta obra, pero el diario de obra no se termina aquí, sino que seguirá publicando cosas relativas a más proyectos que están en marcha.
En este caso quería hablar sobre algo que quizás pasamos más por alto a la hora del proyecto y que es vital para tener un buen ambiente para la vivienda y para nosotros. La creación de un entorno próximo verde da vida a la vivienda, aporta fresco, sombra cuando es necesaria y permite una variación cromática a lo largo de las estaciones.
Es justamente ahí a donde quiero llegar, ahora que llega octubre. Me gustaría enunciar algunos detalles que pueden ayudar a prevenir algunos sustos durante el invierno, y que mejorarán el comportamiento de tu parcela.
Puede que el vivir y trabajar en Galicia condicione este artículo, pero hay que contar siempre con la lluvia, sobre todo con la que no se espera. Para esto, cuando se termina la obra hay que asegurarse de que las escorrentías funcionan en el sentido correcto, que hemos puesto los drenajes perimetrales a la vivienda, sobre todo en las zonas donde la pendiente es más perjudicial.
Las canaletas de pluviales deben de conducirse de manera que se recojan de la manera más limpia, evitando crear estancamientos.
Cuando colocamos elementos vegetales, o los conservamos, es fundamental tener en cuenta su posición, por ejemplo con el levantamiento topográfico, para asegurarnos de que no vamos a cargarnos ningún árbol y que, por otra parte, ninguna raíz se nos va a adentrar en las arquetas de saneamiento.
instalaciones de saneamiento en una parcela
Debido a la forma de la vivienda, en este caso tuvimos que llevar las instalaciones de forma perimetral a la vivienda, por lo que hubo que tener mucha atención a las pendientes de evacuación (ya que los recorridos son más largos), y de esta manera se provocaron pendientes uniformes formando una diagonal en la parcela, para que ningún muro estuviese enfrentado con la línea de máxima pendiente del terreno.
En el esquema se puede ver lo que comentaba sobre las instalaciones, las parcelas están cosidas por canalizaciones de electricidad, fontanería, riego, aguas grises, negras, pluviales, drenajes… que son sensibles de ataque por parte de raíces de árboles.
Para esto es vital la protección de los drenajes, con cuñas drenantes con grava abundante y láminas antiraices y/o geotextiles libres de arenas y limos que puedan obturar los drenajes.
El jardín en la temporada otoño invierno
Llegan a la “pasarela” los árboles más frescos, libres de follaje dejándolo a sus pies. Este follaje suele moverse con las escorrentías hasta los puntos de desagüe, canaletas, sumideros… por lo cual es importantísimo su mantenimiento y limpieza periódica. Aunque nunca es buen momento para llenarse las manos de barro, desde luego no debemos tener una emergencia bajo la lluvia.
Si eres nuevo en tu zona y tienes un ajardinamiento nuevo, atento a si es zona de heladas en invierno. Los ciclos de calor – congelación pueden provocar variaciones en el estado de los materiales de la vivienda, por lo que no son recomendables las sombras cercanas a la casa en invierno, de ahí que se utilicen más árboles de hoja caduca…
La presencia de restos de hojas secas y húmedas en el suelo provoca la putrefacción del césped, ya que se potencia la presencia de hongos. Es preferible hacer cortes “altos” y no dejar acumular los restos entre el césped. Si coincide que no hay un invierno lluvioso, es importante regar en las horas centrales del día, con el fin de que la tierra absorba agua durante el día y no estanque durante las noches.
Y ojo las instalaciones de riego por goteo y a las heladas!