Revista Cine
Tras un pequeño descanso, volvemos al lío.
Parece claro que, entrando ya en la recta final de los 90, en Disney estaban un poco... nerviosos. Con dos películas que tiraban por lo épico y maduro con resultados dispares para intentar acercarse, sin conseguirlo (al menos económicamente), al mayor éxito de la ya de por si triunfal etapa 89-94, la productora pega un volantazo como tantas veces haría en los 80 y nos trae un film sumamente extraño.
Siempre ha sido de mis favoritos, pero viendo las cosas en perspectiva y de una forma más analítica, lo cierto es que ha caído unos cuantos puestos. Sigo disfrutando mucho de la peli, pero su extraña mezcla de elementos me impide considerarla un GRAN 'Clásico'.
Tenemos cosas bastante simplonas y típicas, y sin embargo a la vuelta de la esquina elementos muy ingeniosos y divertidos. Sin duda destacan el llamativo, peculiar y arriesgado estilo visual, que da una identidad propia al film como pocas veces se ha visto, y la música, muy clásica e incluso repetitiva a veces, y una puta locura otras (Gospel en la Antigua Grecia. ¡Por supuesto!), pero siempre de calidad, como es habitual en Alan Menken.
En cuanto a personajes... bueno, Meg no solo se come a Hércules sin misericordia, si no también a la peli en sí. Aparece y el film sube significativamente. De los personajes femeninos de Disney más carismáticos, originales y trabajados. Meg es una femme fatale, tiene un pasado jodido, trabaja para el villano, y es plenamente consciente de lo atractiva que es, hecho del que se aprovecha sin reparos. Siempre me ha impactado encontrarnos una chica así en Disney, y ahora, al ver los 'Clásicos' en orden, más todavía.
El citado villano también tiene lo suyo,. Hades es... bueno, el puto amo. Todos sabemos porqué. Todos nos descojonamos con él. No hace falta entrar en detalles, ¿verdad?
Estos dos, juntos o separados, hacen la peli. Ni más ni menos. La cinta tiene muchas otras pelis dentro de ella, es una especie de monstruo de Frankenstein que milagrosamente funciona, pero estos dos personajes están en la misma onda, y quizá por eso son lo más destacable. Quizá hasta sean el ingrediente verdaderamente sólido que une al resto y hace que el conjunto mole.
Tampoco es que el resto sea malo. La historia, como ya he señalado en otra ocasión, tira mucho del Superman de Richard Donner (chachi), y el humor, muy cartoon, referencial y a veces con mucha mala leche, casi siempre acierta.
Eso sí, Hércules es inadmisiblemente poco carismático, interesante y trabajado para la década en la que se encuentra, y... no es que haga demasiado en el avance de la historia, ¿no creéis? Nunca se entera de nada y hasta el final, los acontecimientos no se ven alterados por sus actos. Ay, el final. Manda huevos lo épico y emocionante que me ha parecido siempre. Y me mantengo. Choca que diga algo así de una peli tan ligera, pero ya os he dicho que es rarilla y amorfa.
Aun así, sigue gustándome y sigo encontrando cosas realmente cojonudas. Eso sí, tiene un sabor muy poco Disney. Parece más bien algo que haría DreamWorks.
La próxima es el 'Clásico' noventero que menos me apetece revisionar...