Diarios de un kamikaze

Llevo un par de semanas leyendo un libro muy interesante sobre Japón y los kamikazes. Este libro titulado “Diario de un kamikaze” trata como muy bien dice el título de los diarios que se encontraron de algunos de los jóvenes que decidieron luchar por Japón; personas que pertenecieron a una de las unidades especiales más preparadas en Japón.

De este libro puedes adquirir mucha información sobre la forma de actuar de los japoneses en general. Por ejemplo, gracias a los diarios puedes ver cómo tienen que enfrentarse con una muerte segura y los remordimientos, penurias y miedos que viven durante esos años.

En los diarios se ve que aquellos japoneses que pertenecieron a este grupo de élite eran en gran parte universitarios con un gran nivel intelectual. Además, en su mayoría se alistaban por ese sentimiento nacionalista con el que fueron criados en gran parte. Desean poder luchar para conseguir que Japón siguiese adelante o renaciera de sus cenizas como el ave Fenix.

Según comenta el autor de libro, la forma que tenían los jóvenes japoneses de expresar su sentimiento era mediante la escritura ya que en Japón la expresión oral no estaba tan desarrollada. El hecho de poder escribir en un diario sus verdaderos sentimientos les servían para desahogarse y poder seguir adelante.

Los fragmentos de los diarios que se publican en este libro te ayudan a entender cómo se sentían pero a la vez te muestra las diferencias culturales que hace que en países como el nuestro, sean quizás difíciles de entender. La falta de comunicación que muestra los autores del diario me parecen muy similares al relato que pude leer en el libro de “kokoro” de Natsume Sōseki.

Los dos libros me han hecho sentirme de una forma parecida; una sensación de incomprensión, difícilmente explicable si no se lee este libro.

Recomiendo leerlo si quieres conocer mejor la mentalidad de varios tokkōtai. Cuando termine este libro comentaré alguno de los párrafos que más me han impactado. De momento os dejo uno de ellos:

Lo primero que aprende un estudiante soldado es aprender a matarse. Tenía que saber dónde disparar para que el disparo fuese certero y no hubiese oportunidad de ser capturado por los enemigos. Una vez que entrabas en esta unidad especial solo tenías una cosa segura: ibas a morir.