Con tanto cagar y tanta diarrea, y con tanta mierda acumulada, creo que como decía la pobre de mi abuela vamos a tener que comprar un “cuponcito” o un décimo de lotería que nos traiga un poco de riqueza emocional e intelectual al panorama nacional, y es que hay cosas que no se compran con dinero, como por ejemplo, la educación y el respeto hacia los demás, sobre todos cuando se trata de personas que piensan de forma diferente a ti.
Y es que si aún no entendéis porque he empezado hablando de evacuar el vientre, quizás tengáis que echar un vistazo a la prensa de hoy, y las declaraciones de Willy Toledo tras pasar la noche en el calabozo por faltar el respeto a la iglesia católica, al declarar que durante la Guerra Civil, fusilaron a personas a causa de su fe e incendiaron iglesias porque “algo harían” y por decir a las puertas de los Juzgados este jueves 13 de septiembre que “los fundamentalistas católicos” deberían “desaparecer de la faz de la tierra”.
Tras haber visionado el video en el que este señor dice que está generando ruido social para que la ley cambie y la Iglesia no tenga tantos derechos en este país, me gustaría decirle al Sr. Toledo que es falso que la libertad de expresión no tenga límites. Los tiene y son más o menos precisos, de hecho, no se puede injuriar sin razón o difamar a una persona o institución. Tu libertad de expresión termina donde comienza la mía, y la de muchas otras personas que como yo, nos sentimos católicos y que no vamos faltando el respeto a otras personas de otras ideologías, religiones o con distinto ideario.
Y como hablando de mierda, hemos empezado este modesto post, me permito desearle mucha mierda, como dicen ustedes en el mundo del séptimo arte, porque la va a necesitar, porque realmente da usted muchísima pena, que en vez de ser noticia por sus producciones de cine y televisivas, tenga que serlo como el pelele de la izquierda que reclama su momento de éxito.
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