Entre las circunstancias que aconsejan salir menos, especialmente a encuentros de numerosa asistencia, y la necesidad de organizar biblioteca y materiales, poco hemos dibujado y pintado últimamente. A menudo pinto en casa, especialmente las acuarelas, más si son de formato medio o grande. Pero casi siempre a partir de fotos propias, de esas que se hacen en unas salidas y viajes tan poco frecuentes ahora. Echamos mano de archivo. Como en ese primer dibujo acuarelado apartir de una fotografía de un olivo del amigo Enric Serra Vilar.
Esta acuarela es un paisaje de bosque otoñal en parte inventado, tomando de aquí y de allí, de varias fotos y dejándome llevar por los amarillos y anaranjados. Cadmios, sienas y gamboge. Sobre un papel de Clairefontaine que funciona bien, y que es bastante más barato que otros que suelo utilizar.
Un dibujo de un olivo con estilográfica, rotulador blanco y pincel de agua, sobre ese mismo papel. Ese color de la tinta resulta de cargar la estilográfica con tinta azul sin limpiar la marrón siena que aún le quedaba. Sale un color entre nogal y bistre, que irá azulándose cuanto más dibuje.
La siguiente es otro dibujo de olivo con estilográficas y pincel de agua. Dos tintas: Brown de Online y Oyster Grey de Montblanc.
Y, por último, un dibujo de una montaña con pluma estilográfica, una Namiki de plástico con plumín para manga, que se vende como plumilla "G". Ellos deben saber cómo son esas plumillas, mucho más flexibles que esta, que parece de roca, pero, al parecer, así venden más. No va mal, pero no es lo que se anuncia.