Diciembre, 31 motivos para agradecer: Nuestra Señora de Guadalupe

Para los mexicanos, Nuestra Señora de Guadalupe, es la Vírgen protectora y regente. Como sabemos, la Virgen María es una sola, pero según el lugar donde se haya aparecido toma su nombre. Yo soy devota de la Virgen del Rosario de san Nicolás, pero quedé fascinada con la historia de La Virgen de Guadalupe.

De acuerdo a la tradición mexicana,1 la Virgen María de Guadalupe se apareció cuatro veces a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac. Según el relato guadalupano conocido como Nican mopohua, tras una cuarta aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga. Juan Diego llevó en su ayate unas rosas ―flores que no son nativas de México y que tampoco prosperan en la aridez del territorio― que cortó en el Tepeyac, según la orden de la Virgen. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de Santa María, morena y con rasgos mestizos.

Algunos historiadores[cita requerida] consideran que la imagen fue hecha para representar sincréticamente a la Virgen María y a la madre diosa azteca Tonantzin en el Tepeyac ―el cual se cree que era el sitio de adoración de la diosa― proporcionando una forma de que los españoles del siglo XVI ganaran el apoyo de la población indígena de México. Puede haber proporcionando a los indígenas mexicanos de siglo XVI un medio para practicar secretamente sus religiones nativas.
El misionero y lingüista Bernardino de Sahagún  apoyó la misma opinión: escribió que el santuario del Tepeyac era extremadamente popular pero preocupante, porque la gente llamaba a la Virgen de Guadalupe con el nombre Tonantzin. Sahagún dijo que los adoradores afirmaban que en náhuatl Tonantzin significaba ‘madre de Dios’ ―pero él los refutó diciendo que «madre de Dios» en náhuatl sería Dios y nantzin. Sahagún, al escribir sobre la devoción del Tepeyac en su libro Historia general de las cosas de Nueva España, dijo que el origen del culto «no se sabía de cierto».

Sea como sea, Nuestra Señora de Guadalupe ha conquistado mi corazón.

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