Revista Cultura y Ocio
Una dicta-blanda es lo mismo que una dicta-dura encubierta o lo mismo que se vive en momentos de crisis; es una restauración chapucera al mejor estilo de los políticos baratos; así como la restauración de una pintura se convierte en un fenómeno mediático que provoca burlas, así los casos de corruptela, de mala gestión, de mentira proclamada a todo timbal, provocan las risas del respetable público como si de una función de circo se tratara. Cuando se cometen errores, como votar masivamente por un grupo político, no se puede dejar el lienzo estropeado tal cual y convertirse en el hazmereir para el mundo.
El caso del Ecce-homo de Borja se ha convertido en algo interesante para una Universidad de Estados Unidos desde el punto de vista sociológico, e igualmente muchos de los casos de nuestra vida pública se ventilan por el mundo como un espectáculo único. Así como hay que restaurar ese cuadro, se debe restaurar la democracia, y para ello hay personas capacitadas que lo pueden hacer mejor que las viejecitas de los pueblos. Si el sistema actual se ha deteriorado con el abuso de las fuerzas del poder que se han anclado en siglos pasados, es obvio que hace falta sangre nueva para manejar los pinceles y lograr una obra renovada y acorde a la realidad actual.