Revista Cultura y Ocio
Hay libros que no llegarían a nosotros si no fuera porque ellos se esfuerzan mucho. A veces porque no los vemos, no sabemos que existen, otras porque, en la estantería en que estaban, no nos llamaron la atención, o porque leímos la sinopsis en un mal momento. El caso es que, por h o por b, esos libros no entran en la lista de pendientes pero, claro, ya hemos hablado de esa idea de que ellos llegan a ti cuando quieren y eso fue justo lo que me pasó a mí con Diez mujeres.
Un buen amigo me lo prestó sin que yo se lo pidiera, me dijo "te va a gustar" y yo, que me fío de él porque, además, es mi librero favorito, me lo llevé a casa y dejé que me contara.
¡Qué bien que los libros tengan ese empeño en llegar a nosotros!
Porque, en este caso, para mí ha sido un descubrimiento.
Una mañana como otra cualquiera un grupo de mujeres se reúnen en una casa. No se conocen, no se parecen y sin embargo, la psicóloga de todas ellas pensó que tenían algo que decirse unas a otras. Así
empieza esta novela en la que una a una, diez mujeres, nos van
desgranando su vida. Vidas de todo tipo y con problemas de todos los tamaños y colores, vidas con las que sentirse identificados o no, que nos podrán gustar más o menos pero que siempre tienen algo que enseñarnos.
Este libro tiene muchas cosas especiales, para empezar, las
protagonistas, personas con algún trocito del alma roto pero siempre peleando por salir adelante, yo creo que, en el fondo, todos somos así. Para seguir, esas vidas, a veces tan duras que uno no entiende cómo se reparte este mundo en que vivimos que los golpes siempre dan en el mismo sitio. Las diferencias y similitudes entre unas y otras, las maneras de enfrentar el futuro, el presente o el pasado, esa forma de contarnos las cosas que tienen los personajes, ese fondo, triste y optimista a la vez... Muchas cosas, sí señor.
Además, vamos a viajar hasta Chile, el de hoy en día y el de hace años y le vamos a ver su cara más amable y también la más cruel.
Con un lenguaje fresco y muy expresivo y un ritmo muy ágil, que no nos permite aburrirnos, la escritora nos regala una lectura francamente agradable, llena de matices, luces y sombras, con todos los mensajes que uno, si quiere, quiera encontrar y sobre todo, lleno de ternura.
No conocía esta novela y no había leído nada de esta escritora pero, como ya os he dicho, me alegro de que ambas, de la mano de mi amigo, se hayan acercado a mí. He disfrutado mucho leyendo este libro, me ha gustado y me ha contado muchos secretos incluso, de mí misma.