Diferencia entre Mobbing y Comportamiento Tóxico en la Administración Pública
La principal diferencia es que el mobbing se dirige contra alguien a quien se pretende anular, destruir o expulsar de la organización, para lo que se actúa con extrema intensidad, mientras que el comportamiento toxico opera con lo que podríamos llamar baja tensión, se dirige contra una generalidad de sujetos y no tiene normalmente otra finalidad que la de la satisfacción, nunca conseguida, de los desequilibrios de su emisor. En este sentido no busca objetivos para la organización como los que caracterizan el abuso del poder de dirección.
ENTREVISTA:Las conductas tóxicas en la Administración Pública de EspañaJuan Ignacio Gomar Sanchez Licenciado en Derecho, Técnico de la Administración General, rama jurídica, del Ayuntamiento de MadridReflexión previaSe atribuye a William Faulkner haber dicho con ironía que se puede confiar en las malas personas porque no cambian jamásEn estos tiempos en que se encuentra de plena actualidad el análisis jurídico, sociológico y psiquiátrico de fenómenos laborales como el acoso laboral, el abuso del poder de dirección o el síndrome de estar quemado , ¿qué cabe decir de aquellas situaciones en las que, sencillamente, coincidimos con una mala persona que ejerce como tal, ya sea un compañero de trabajo o, peor aún, un jefe?.Porque las malas personas pueden generar tal malestar a su alrededor que impregnen de negatividad todo lo que el trabajo representa. Y el trabajo, en cualquiera de sus modalidades, es parte imprescindible e inescindible del desarrollo completo y equilibrado del ser humano, por lo que la convivencia al lado o bajo la dirección de una mala persona puede ser una experiencia muy perturbadora para el equilibrio y la armonía interior de los que le rodean, sin que, como más adelante se examina, esa conducta tenga por qué reunir los requisitos necesarios para poder ser considerada acoso laboral según los criterios legales y jurisprudenciales vigentes en nuestro país.¿Qué es lo que más le preocupa de la posibilidad de que se produzcan supuestos de comportamiento tóxico en la Administración Pública?Por una parte que actúan como la perfecta antesala de la corrupción administrativa, desvirtuando por completo la razón de la existencia de la Administración al poner al servicio de unos pocos una maquinaria nacida para intentar salvaguardar los intereses generales. Por otra que queman a los funcionarios que lo padecen, desmotivándolos gravemente en perjuicio de todos. |