Lo retador y obstaculizante de la técnica
La técnica moderna provoca a la naturaleza: se dirige a ella con exigencias agresivas, con un propósito explotador; por su parte la técnica griega era respetuosa con el entorno natural. Esta primera diferencia enlaza con otra: ante la técnica griega la naturaleza aparece primordialmente como una totalidad orgánica surcada por procesos cíclicos, en cambio en la era moderna la naturaleza se muestra como un mecanismo inerte matemáticamente calculable (Galileo, Descartes, Newton). Por eso, como tercera diferencia, en la era moderna la naturaleza se entiende como una despensa de la que puede extraerse todo sin miramientos (“a saco”, por decirlo coloquialmente); en Grecia, en cambio, la Naturaleza se entendía como algo previo y más poderoso. Así, como cuarta y última diferencia, el hombre moderno se concibe a sí mismo, gracias a una técnica que considera obra suya, como el dueño del mundo y el señor de la tierra; en cambio el hombre griego desarrollaba una técnica desde la idea de que en último término él depende de la naturaleza para subsistir.
¿Qué se puede concluir de esta comparación? Dos cosas al menos:
1) Heidegger pretendía con ella discutir una idea habitual: no le parece obvio que, si se consideran las cosas desde parámetros complejos, la técnica moderna sea sin más “superior” a la técnica griega; este autor, por lo tanto, pretende criticar una ingenua idea de “progreso” (¿respecto a qué es “superior” una y otra técnica?).
2) Heidegger, y con eso concluye su meditación sobre la técnica, se pregunta ¿será de algún modo posible en el futuro una técnica distinta de la griega pero que sea como ella respetuosa con el entorno natural?