Dignifica tu camarero interior.
Por Maestroansaldi
(Introducción del seminario "Dignifica tu camarero interior" que dictó
Vinicius Zamudio sobre Gastronomía de Servicio en Tarragona, España)
"Hay cuatro actores fundamentales en los emprendimientos gastronómicos, dos de ellos gozan de una desmesurada popularidad, el tercero esta subvalorado y condenado al absoluto ninguneo por parte de los otros dos, y el cuarto, eternamente menospreciado por todos, literalmente, pisado por todos. Estamos hablando de los fabulosos bartenders (meseros de barra) y los chefs (cocineros) y por supuesto que los olvidados en este oficio somos nosotros, las ratas inmundas: los meseros, los camareros, los garzones, los mozos; y los lavaderos, los bacheros, el personal de limpieza: Los mugrientos de siempre"
"¿Notaron la soberbia que tienen ciertos (todos) bartenders? ¿Pucha, pero que se han creído? Salvo dignas excepciones, la mayoría de los meseros de barra son analfabetos gastronómicos. Son sólo beneficiarios de una perversa exposición mediática sin sentido. Y eso que no quiero hablar del flair que nada tiene que ver con nada, ni con el circo. De ese tema no quiero hablar pues, me enfada sobremanera. Creo que ellos piensan que nosotros somos sólo unos llevaplatos y nada más y que ellos están para otras cosas. Y tienen razón. El tema de los cocineros es más triste porque ellos si que fueron engañados por los empresarios lumpenes y brillantes que idearon las escuelas de cocina. ¿A quién se le puede ocurrir pagar una pequeña fortuna para que te enseñen a quemarte, cortarte y para estar jorobado todo el día? ¿Vieron con el orgullo que se pasean por la ciudad con sus chaquetas con inscripciones de "x" escuela de cocina? Estos principiantes e ingenuos niños estafados son luego monstruos con empleados a cargo. Los ridículamente llamados: chefs ejecutivos. Muy pocos son buenos empleados y aportan algo al oficio. La mayoría: ignorantes, gruñones y resentidos por un universo que le es vedado: el universo de la propina y la originalidad. Creo que ellos piensan que nosotros somos sólo unos llevaplatos y nada más y que ellos están para otras cosas. Y tienen razón”.