Dilatación de la vía urinaria en el feto

Durante la gestación se suelen realizar ecografías periódicas para controlar que no existen problemas en la madre y que los futuros bebés se desarrollan correctamente, uno de los problemas que se pueden detectar en los bebés a través de una ecografía es la dilatación de la vía urinaria, sistema responsable de recoger y conducir la orina procedente del riñón para su expulsión.

En la ecografía se aprecia una dilatación de la vía urinaria en el feto, concretamente un aumento de tamaño de la pelvis renal, zona en forma de embudo responsable de encauzar la orina desde los riñones a los uréteres. Pero también se puede observar en algunos casos que se dilatan otras zonas o segmentos de la vía urinaria e incluso en un riñón. ¿Por qué es tan importante identificar si existe una dilatación en las vías urinarias?, la razón es que constituye un signo de que existe algún obstáculo que impide la eliminación correcta de la orina.

La dilatación de las vías urinaria en los fetos es algo que suele detectar en un 4% de los embarazos, en la mayoría de casos esta dilatación es transitoria y se suele resolver de forma espontánea y sin necesidad de tratamientos o intervenciones. De todos modos siempre se realiza un seguimiento para constatar que se resuelve de forma natural, pero en ocasiones la dilatación es un signo de que puede existir algún otro problema, por lo que el seguimiento que se realizará también después del nacimiento probablemente lo detectará.

Por supuesto, cuando se comunica a los padres este problema, les preocupa, pero si la dilatación no afecta a los dos canales urinarios y no se acompaña de ningún tipo de anomalía, no hay por qué preocuparse, no se trata de una enfermedad y como ya hemos indicado, tiende a remitir y solucionarse por sí solo. Por ello resulta importante que se realice un seguimiento para comprobar si se resuelve, ya que esta dilatación se va reduciendo progresivamente, o si por el contrario hay que realizar otras pruebas al constatar que no remite. Una de las causas en este caso son las obstrucciones de la vía urinaria y el reflujo vésico-ureteral, esta obstrucción se produce principalmente en la salida de los riñones y también en el conducto de salida de la vejiga.

Otra cuestión que hay que tener en cuenta, el seguimiento es más fiable tras el nacimiento que cuando se realiza en el interior del útero materno y la razón es simple, dependiendo del estado de hidratación de la futura mamá, o lo llena que esté la vejiga del feto, se produce una imprecisión en la medición, por lo que aunque se realice el seguimiento, será tras el nacimiento cuando el grado de precisión sea mucho mayor. Durante la ecografía las medidas que suponen una alteración son 9 a 15 mm, algo que se considera moderado, y superiores a 15 mm, dilatación que se considera grave. Cuando las medidas se establecen entre los 4-5 milímetros, se consideran normales.

Hasta en un 40% de los casos la dilatación de la vía urinaria y concretamente de la pelvis renal, desaparece durante los primeros meses. La obstrucción entre la pelvis y los uréteres afecta a un 30% de los bebés y será de mayor o menor riesgo dependiendo del grado de dilatación, en lo que se refiere al reflujo vésico-ureteral, afecta a un 20% de los casos y en ocasiones no está relacionado con el grado de dilatación. Una anomalía grave es la obstrucción de la uretra, esta ocurre en un 2% de los casos y se realiza un seguimiento metódico cuando existe una dilatación de los dos conductos por los que fluye la orina desde la vejiga al exterior, o cuando se producen problemas al orinar. En este caso es posible que se tenga que recurrir a la cirugía.

En los casos de dilatación grave se realiza un seguimiento con ecografías y otras pruebas de imagen que permiten identificar el problema y barajar el mejor tratamiento. Como decíamos, en la mayoría de casos, esta dilatación no es una enfermedad, sólo se trata de un signo de diagnóstico que puede resultar, como ya hemos comentado impreciso, habrá que esperar a que el bebé nazca para realizar el seguimiento y constatar que se resuelve por sí sola.

Foto | storyvillegirl

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