7/10
¿Quién no podría dar una lista bastante extensa de films donde la vida en matrimonio sea el meollo de la cuestión?, ¿quién no podría hacer una sobre las incontables cintas sobre el amor?. Blue Valentine parecería ser una más entre las tantas que retratan una de las cosas más difíciles de sostener, alimentar y mantener: el amor. Pero he de decir ante todo que este film tiene una particularidad muy importante: el descubrimiento. No ha sido un amor a primera vista cuando la vi; reconozco que me resultó un buen sabor de boca bastante tibio con grandes aciertos y fallas. Entonces, vaya uno a saber por qué, terminé viéndola en el transcurso de apenas 4 días, otras 3 veces más con mejores resultados.Les cuento. Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams) son un matrimonio joven con una niña pequeña. Ella es doctora y él, un buscavidas. Gracias a un conflicto doméstico (la pérdida de Megan, su mascota) se van desencadenando una serie de pequeños grandes detalles por el que interpretamos que el matrimonio no está pasando por el mejor momento. Y con el tan usado recurso de los flashbacks- que acá están usados de una manera realmente magistral, dando verdadera "trama" al conjunto- conocemos el cómo esta pareja se ha conocido y el porqué seguramente terminan como terminan.
Cianfrance, gran experto en el género del documental, mete el ojo en la vida de estos personajes sin explicaciones extensas ni aburridas que junto al armado argumental retratan perfectamente el universo del matrimonio y de cómo este puede degenerarse cuando el amor no es recíproco. Si sumamos que la labor de Gosling y Williams, por la que ha sido nominada a los próximos Oscar, es magnífica- sobretodo la de Gosling al que la Academia ha ignorado sorpresivamente a pesar de los incontables reconocimientos que tuvo a lo largo de festivales internacionales- este es un director que promete. Hay que decirlo, Ryan Gosling se come la cinta, la eleva exponencialmente y sólo por él ya vale la pena el visionado, créanme.Pero como en este matrimonio, no todo es color de rosa. Por momentos es melodramática y con un clímax verdaderamente más "gritón" que el resto del film. Hay diálogos muy buenos, creíbles y certeros; otros parecen forzados y demasiado pretenciosos y donde el film debería de emocionar o pegar duro termina resultando frío y exagerado. No por ello la película deja de funcionar para dibujar claramente los contextos necesarios para entender aquello que no se cuenta explícitamente (no daré ejemplos para no arruinarles la cosa), en eso me saco el sombrero ante Cianfrance quien elabora un guión cuidado y bien estructurado en ese sentido. Él mismo declaró haberse inspirado en sucesos personales que lo llevaron a querer filmar esta historia de desamor. Acá es donde mejor funciona el film porque uno como espectador no puede evitar verse reflejado en algún que otro pasaje de la película.
Creíble, enormemente bien actuada, pensada en detalle, este film al que habían dejado en suspenso tras la muerte de Ledger por respeto a la propia Williams, es una película recomendable para ver como alternativa al típico fin San Valentiniano.
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