Dime qué te gusta

… y te diré quién eres (o eso dicen algunos).

Este os parecerá un consejo muy tonto, pero a mí personalmente me parece básico a la hora de escribir. Cuando un escritor, como tú y como yo, escupe sus palabras en una hoja en blanco, prácticamente desnuda su alma ante el lector. Quizá intente encubrirlo, ocultarlo o alterarlo para que quien lo lee no se entere, pero el hecho es que es así.

De esto modo sin intentas contar algo que realmente no te guste, te vas a descubrir tú mismo. Si en tu libro/novela/relato o lo que sea que estés escribiendo tienes por ejemplo un pintor como protagonista, pues entonces será mejor que conozcas como se pinta con óleo, qué pasos tiene que realizar un artista, cómo se busca el concepto en una obra, cómo se lleva a cabo el procedimiento de la creación de una obra de arte. En este campo (que yo lo domino, por ejemplo) puedo decir que no basta sólo con imaginarte ser un pintor. Si no conoces a ninguno te sorprendería lo compleja que es su tarea.

En este ejemplo, si el lector ve que lo que escribes ni siquiera a ti mismo te interesa, pues ¿cómo vas a lograr que le guste al lector?

Si quieres haz una lista de todos los temas que te gustan, conoces y dominas. Puede que esta primera lista no sea tan larga como esperabas o puede que te haya sorprendido la cantidad de temas sobre los que puedes hablar. Pero no te ciñas sólo a esto. Ahora haz una lista con lo temas o actividades que le gustan, conocen y dominan lo que te rodean en primera línea (padres, hijos, hermanos, amigos cercanos, primos…). Ahora ya tenemos un montón de cosas más sobre las que hablar. Y si seguimos así podemos encontrar muchísima documentación e inspiración a nuestro alrededor para escribir novelas creíbles e interesantes.

¡Ánimo con esa documentación! Es imprescindible para vuestros relatos y de camino puedes ir aprendiendo muchísimo.