Revista Psicología

Dinamica de Grupos: técnicas, normas, animadores

Por Animacioncursos @cursosanimacion
CRITERIOS PARA ELEGIR UNA TÉCNICA
No existe un técnica única que pueda ser aplicable siempre en cualquier circunstancia. Lo importante será tratar de que la técnica que se utilice sea la más adecuado para ese grupo, para esos objetivos y sus características, ya que las técnicas son más útiles si se adaptan  o combinan con otras:
- Habrá que tener en cuenta que las técnicas no son sólo juegos que motivan, si  favorecen la motivación pero también tiene otras muchas finalidades.
- Adaptar las técnicas. Diseñar una técnica con tiempo y conocimientos teóricos sobre el funcionamiento de un grupo. Antes de adaptarla es mejor buscar una que ya esté diseñada.
- Se trabaja con grupos con lo que habrá que tener en cuenta diferentes componentes, como estilos de comunicación, niveles de cohesión, funciones y normas internas, etc. para el buen funcionamiento y así trabajar con el grupo como unidad, no como una suma de sus partes.

¿Qué hay que tener en cuenta para elegir la técnica adecuada?:

- Los objetivos que se persiguen: Existen técnicas que persiguen objetivos distintos. Lo primero será definir los objetivos y después elegir la técnica. Las dinámicas de grupo son medios para lograr un objetivo. Lo importante es tener claro el objetivo a lograr en el grupo. Estos objetivos pueden ser, por ejemplo, conocerse más, estudiar un tema con detenimiento, tomar decisiones... Para cada objetivo que el grupo necesita lograr, los dirigentes pueden seleccionar una o varias técnicas adecuadas para lograr el objetivo propuesto.
- La madurez y entrenamiento del grupo: No todas las técnicas suponen la misma complejidad. Si el grupo tiene poca práctica habrá que empezar por técnicas sencillas, con una participación gradual. Si apenas conocen las técnicas tendrán que ser guiados con más detalle.
- El tamaño del grupo: Es una de las condiciones que más determinan el uso de una u otra técnica. No todas las técnicas pueden utilizarse en todos los grupos. El comportamiento de los grupos depende en gran medida de su tamaño. En los grupos pequeños la cohesión es más fácil, existe mayor seguridad y confianza, todos se conocen y mantienen relaciones afectuosas. En cambio en los grandes predomina el desconocimiento y las relaciones son provisionales.
- Ambiente físico: No todas las técnicas requieren el mismo tiempo y espacio. Cada técnica grupal requiere determinadas condiciones del ambiente físico que habrá que tener en cuenta si no queremos que se vean deterioradas las posibilidades del rendimiento del grupo.
- Características del medio externo: Todos los grupos están en un contexto social que influye en el trabajo del grupo. Con esto se debe utilizar técnicas que rompan con las costumbres.
- Características de los miembros: Edad, intereses, motivaciones... evitando situaciones incomodas para alguna persona del grupo.
- Experiencia y capacidad del animador: No todas las técnicas requieren de la misma destreza del responsable de la sesión de trabajo en grupo. El grupo necesita un animador que ayuda a identificar las necesidades, cuida que los miembros del grupo permanezcan fieles a los objetivos, garantiza la unión entre todos y motive para que se progrese.
Algunos autores han descrito algunos criterios a tener en cuenta en la elección:
1. El nivel ideológico es la base de lo que va a ser la línea general de actuación:
- El  presente es lo que encontramos al mirar al grupo:
- En el nivel individual tenemos el tipo de personas con las que estamos trabajando (adolescentes, tercera edad, adultos, mixto, etc.), su número y características básicas (nivel intelectual, afectividad, etc.).
- En el nivel grupal hay que considerar la situación concreta en la que se encuentra el grupo con respecto al cambio flexible o rígido  a la hora de enfrentar el cambio.
- Lo deseado es la situación final que desea el coordinador encontrar en el grupo. Se parte de lo presente para, a través de la técnica, llegar a lo deseado.
2. En el nivel ambiental consideramos dos criterios directamente relacionados:
- Tiempo: Habrá que contar con el tiempo necesario para la realización de la técnica.
- Espacio: El coordinador tiene que tener en cuenta dos tipos de espacio: El espacio grupal se refiere al espacio físico en el que se desarrolla la reunión grupal y el espacio institucional que lo constituye la institución en la que el coordinador desarrolla su trabajo; aquí el concepto de espacio va más allá de lo puramente físico y comprende el paradigma adoptado por la institución, el modo en que desea que se haga el trabajo. Esta es una cuestión que puede facilitar u obstaculizar la tarea del coordinador.

3.  Nivel del equipo: criterios de  potencia y capacitación:

- La potencia: Concepto acuñado Steiner donde la tarea del coordinador de grupos es mirar permanentemente al grupo y además de mirar a todos los presentes, tiene que mirarse a sí mismo. Esto implica tener presente su situación física, intelectual y emocional para elegir unas técnicas y descartar otras.
- La capacitación. Habría tres variables a considerar:
- Vivencia de la técnica, el profesional vivió como miembro de grupo la técnica.
- Información: El profesional recibió información transmitida por otro profesional que domina el uso de la técnica (cursos, talleres) o escrito (libros, revistas).
- Formación: El profesional recibió formación sobre el uso de la técnica, se le entrenó en la aplicación de la técnica. 
Normas de aplicación
Existen una serie de normas de carácter general basadas en la teoría de la Dinámica de grupos:
- Conocimiento teórico de las dinámicas de grupos y un conocimiento práctico de las técnicas a usar. Quien vaya a utilizar las Dinámicas para grupos, deberá conocer previamente los fundamentos teóricos de la Dinámica de grupo. Como todo método  se requiere de una formación teórica básica.
- Antes de utilizar una Dinámica para grupos debe conocerse su estructura, su proceso, sus riesgos.
- Debe seguirse el procedimiento indicado en el desarrollo. Sólo cuando el conductor del grupo posea una experiencia suficiente podrá adaptar o realizar cambios justificados por las circunstancias.
- Las Dinámicas para grupos deben aplicarse con un objetivo claro. Es imprescindible una formulación correcta y clara de los objetivos que se persiguen y de las instrucciones de la técnica.
- Requieren una atmósfera cordial. Por su propia naturaleza estas técnicas no pueden funcionar en un ambiente autoritario o hostil. Es necesario crear y mantener un clima cálido para el desarrollo de las relaciones personales y la facilitación de la tarea.
- Debe existir por parte de todos los miembros y del conductor, una actitud de cooperación.
- Provocar la competitividad: Los grupos al igual que los individuos están siempre compitiendo, siendo necesario favorecer el logro de los objetivos sin perjudicar el clima del grupo.
- Debe incrementarse la participación activa de todas las personas, tarea que corresponde al  conductor.
- Programar las actividades: Las técnicas se deben preparar con anticipación para que no sea improvisada. La naturalidad con la que se aplica la técnica no debe confundirse con la sensación de estar perdiendo el tiempo.
-  El material necesario: Contar con todos los recursos necesarios para aplicar cada una de las técnicas.
- Lenguaje y comunicación adecuada: Es  una herramienta de gran utilidad para conducir un grupo y fomentar la cohesión.
- El proceso: La cantidad de información que aportan los participantes  tiene una gran importancia sobre todo la comunicación no verbal (gestos, posturas, miradas, etc.). Al observar el clima afectivo del grupo, tendremos elementos suficientes como para replantear las cosas o seguir.
- Los miembros deben adquirir conciencia de que el grupo existe en y por ellos mismos, y sentir que están trabajando en «su» grupo.
- Todas las Dinámicas para grupos se basan en el trabajo voluntario.
- Todas las Dinámicas para grupos tienen como finalidad implícita:
- Desarrollar el sentimiento de «nosotros».
- Enseñar a pensar activamente.
- Enseñar a escuchar de modo comprensivo.
- Desarrollar capacidades de cooperación, intercambio, responsabilidad, autonomía, creatividad.
- Vencer temores e inhibiciones, superar tensiones.
- Crear una actitud positiva ante los problemas.

- Las técnicas para dinámica de grupos son herramientas útiles si son bien utilizadas. Ya que son medios para lograr cohesión y calidad en los grupos.
- La metodología que debe seguir una técnica grupal es:
-   Activa porque el centro es el grupo.
-   Experiencial porque se fundamenta en el desarrollo de experiencias.
-   Critica ya que ayuda y desarrolla el análisis y la reflexión para tomar conciencia de las opiniones, valores y contrastarlos con los demás.




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DISEÑO DE DINÁMICAS DE GRUPOS
En la dinámica de grupo, el grupo aprende mediante la práctica, proporcionando el máximo aprendizaje. En el diseño de una dinámica pueden distinguirse los siguientes pasos:
- Establecer objetivos: Todas deben tener un objetivo de aprendizaje, si no fuese así el resultado seria aleatorio sin existir ningún éxito.
- Establecer el éxito: ¿Cómo se sabrá que se han alcanzado los objetivos planteados en la dinámica?.
- Establecer los pasos y las actividades específicamente: ¿Qué pasos y actividades se utilizarán para alcanzar el objetivo? ¿qué tiempo se necesita? ¿cuántos formarán el grupo?, ¿qué tiene que hacer cada miembro del grupo?.
Criterios para el éxito en el diseño de una Dinámica para grupos:
- Que sea posible, dividido en etapas y con un  tiempo realista.
- Que los miembros tenga una medida de éxito.
- Que aprendan algo: Para que exista aprendizaje significativo se necesita:
- La conducta sea expuesta: Es necesario que el aprendiz este implicado en una situación experimental para que su conducta sea manifiesta. Es necesario analizar cómo hacemos las cosas para entender los resultados de nuestra conducta.
- Retroalimentación: La conducta debe estar seguida de un análisis entre el resultado  y lo que creíamos haber logrado.
- Se necesita un entorno emocional y físico que facilite el proceso de aprendizaje, un entorno emocional y físico que facilite el proceso.
- Los conocimientos que provienen de la experiencia del individuo, son necesarios para lograr un aprendizaje significativo, lo importante es saber utilizarla.
- Experimentar y practicar: Es necesario que se tenga la confianza y eficiencia como para aplicar lo aprendido.
- Que tenga al menos un objetivo descubierto.
- Que tenga al menos un objetivo encubierto.
- Que lleve a los participantes más allá de sus niveles de habilidad habituales.
- Que sea fácil generalizarlo a otras situaciones.
- Que todas las actividades de la dinámica se utilicen para aprender.
EL ANIMADOR
El animador es el que ayuda al grupo a que funcione correctamente ya que en su habilidad esta el éxito o el fracaso. El animador es la persona que orienta, motiva, apoya y acompaña a los miembros del grupo.
«El facilitador es un experto en procesos y dinámicas grupales con idoneidad en el diseño y coordinación de talleres y sesiones de trabajo. Generalmente tiene una o más áreas de idoneidad adicionales: metodología, tecnologías grupales, diseño de estructuras organizacionales y comunitarias, asesoría, etc.» (Ruete, 1998).
«Facilitar es utilizar algún nivel de conocimiento de procesos grupales, sea intuitivo o explícito, para formular y realizar algún tipo de intervención procesal, sea formal o informal, con el fin de un grupo haga lo que quiere o necesita hacer para lograr lo que quiere o necesita lograr» (Ned Reute 1999).
En la Dinámica para Grupos los puntos específicos que trabaja el facilitador con el grupo, son los siguientes:
- Percibir el propio comportamiento y el de los demás.
- Indagar el pensamiento y razonamiento de los demás.
- Hacer los pensamientos y razonamientos propios más visibles para los demás.
- Adquirir mayor conciencia de los propios pensamientos y razonamientos.
El buen Animador:   
- Deja hacer: Trabaja para hacer trabajar a los demás, distribuyendo bien las tareas.
- Cuida la vida interna del grupo: Eliminando las tensiones y frustraciones, dando espacio al que piensa diferente, para lograr un ambiente que permita que todos maduren.
- Sabe que el grupo no es la suma de sus miembros: Influenciable por fuerzas internas o externas (presiones, prisas, ambiente) se preocupa de controlar las posibles fuentes de influencia.
- Es consciente de que el grupo tiene vida fuera del grupo.
- La unión del grupo se construye mas con valores que con risas, más con esfuerzo que con palabras
- Cada uno de los miembros del grupo tiene su aportación especifica que ofrecer a la tarea común.
- Orienta hacia un revisión del trabajo realizado: Confrontándolo con el proyecto inicial y dispuesto a colaborar en el cambio
- Se siente como uno más dentro del grupo.

El Animador tiene que  coordinar al grupo ayudándoles a identificar sus necesidades, a permanecer fiel a los objetivos del grupo, a garantizar la unión entre todos, a motivar y velar por la buena marcha y también desempeñar las siguiente funciones:
- Función de Clarificación: Al comienzo debe asegurarse de que el objetivo está claro para los participantes. Durante el transcurso debe ayudarles a comprenderse bien, formulando  preguntas para tener la certeza de que se ha comprendido lo que se ha dicho.
- Función de Control: Trata de ayudar al grupo a fijar procedimientos,  una serie de normas que permitan la comunicación. Éstas regula impidiendo que alguien monopolice, discutan  sobre otros temas, estimular a los que no participan, administrar bien el tiempo.
- Funciones de Relajamiento: Debe eliminar  tensión creando un clima de confianza que permita la comunicación en grupo consiguiendo armonía. 
- Función de Dinamización: Instar al grupo para que sientan deseos de realizar «algo», motivarlo.

Los problemas con los que se encuentra el Animador:
Uno de los aspectos más difíciles para el facilitador es grupos es lidiar con los diferentes tipos de conductas que presentan los participantes. Algunas recomendaciones:
- Alguien habla demasiado: En algún momento determinado esta característica puede ser utilizada a favor del facilitador. Lo mejor en la medida de lo posible, es dejar que el grupo sea el que maneje a este tipo de persona. Interrúmpele diciendo: «Ese es un punto interesante pero  veamos qué piensa el grupo».
- Discute demasiado: Buscar en alguna de sus opiniones algún punto en común. «Estamos de acuerdo contigo» y luego seguir con otra cosa. Cuando la persona haga un comentario  equivocado, déjaselo al grupo, que ellos lo manejen.
- Responde demasiado rápida: Trata de interrumpirlo con tacto y haz la pregunta a otras personas. Dale las gracias aunque sugiere que «dejemos que los otros trabajen también». Usa a esta persona para hacer un resumen.
- Persona divagadora: Cuando esta persona haga una pausa para respirar dale las gracias, dirige de nuevo tu atención hacia el tema, sonríe, dile que ese punto de vista es interesante pero que nos hemos salido un poco del tema.
- Hablando sobre otra cosa: No hagas que la persona se sienta avergonzada. Llámale por su nombre y hazle una pregunta fácil o la última opinión que se ha expresado y pregúntale qué opina sobre esto. Cuando camines por delante de él , párate de forma casual.
- Pide su opinión: Debe evitarse resolver los problemas de las otras personas, ni tomar partido. Pero hay ocasiones en las que se debe dar una respuesta directa. Antes de hacerlo, trata de determinar el motivo por el cual te piden tu opinión: «primero, veamos otras opiniones». Selecciona a un miembro del grupo para que responda. «Luis, ¿qué opinas de esto?».

Reglas para una buena participación:
- El exceso o escasa  intervención verbal son obstáculos para el buen funcionamiento del grupo.
- Espera tu oportunidad para hablar, evitando diálogo de besugos.
-Todos los podemos equivocarnos, trata de comprender a tus compañeros.
- No compitas. Colabora y coopera con el grupo.
- No trates de vencer al compañero en una discusión. Buscad juntos la verdad o lo más adecuado en relación a la cuestión en debate.
- Ayuda a que los otros expongan su idea y venzan su timidez.
- El éxito del grupo depende de la participación de todos.
 
Reglas prácticas para una mayor participación:
- Utilizar el «nosotros», sin excluir al hablar.
- No formar subgrupos.
- Dar oportunidades a los demás para que se conozcan.
- No hablar bajito con el de al lado
- Escuchar con atención.
- Intentar encadenar la discusión refiriéndote a alguna intervención anterior.
- Al hacer una afirmación concluir con un por qué.
- No usar frases del tipo: «No entiendes nada», «estamos perdiendo el tiempo»...
- Estimular a los demás, pasar la palabra a todos los miembros.
- No menospreciar contribuciones.
- Si estás de acuerdo con alguna intervención, hazlo saber y elogia lo que sea elogiable.
 

 

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