Al fin volví con una nueva entrada, pero no les garantizo que vaya a recuperar el ritmo de una entrada cada dos o tres días, ni mucho menos. Vamos con el Cretácico francés.
Por desgracia, apenas tenemos datos de los primeros 30 millones de años del Cretácico en Francia, los únicos dinosaurios conocidos son el famosísimo Iguanodon, ese ornitópodo de posición cuadrúpeda facultativa (anda a cuatro patas, pero se puede poner a dos) y de 8-11m de longitud, y el mucho menos conocido Hungarosaurus, un nodosáurido de 4m de largo y media tonelada de peso.
En el Albiano, la paleofauna está algo más animada en cuanto a dinosaurios. El Erectopus es otro alosauroideo francés, pero conocido por restos bastante escasos, que apenas nos indican como era la estructura de su pie. Genusaurus, en cambio, es mucho más conocido. Se trata de un abelisáurido de unos 3m de longitud muy ligero (tan sólo pesaba 50kg) que se alimentaria de pequeños mamíferos y de los menores dinosaurios.
Rhabdodon, un ornitópodo típico de Europa.
Durante el Campaniano y el Maastrichtiano, los dinosaurios en Francia llegan a su apogeo, justo antes de la repentina extinción del límite K-T.
Uno de los dinosaurios más curiosos de este tiempo es el Struthiosaurus, que es ni más ni menos que el anquilosaurio más pequeño conocido, con sólo dos metros de largo. El Rhabdodon era un ornitópodo típico de Europa en el Campaniano. Se trata de un iguanodóntido de pequeño porte (media tonelada de peso) que en realidad no está muy claro si clasificarlo como iguanodóntido o como hipsilofodóntido, al igual que en el caso del Tenontosaurus.
El principal problema para los Rhabdodon residía en un dromeosáurido de la zona, el Variraptor, un dinosaurio de 3m de longitud y de movimientos rápidos, bastante similar al conocido Deinonychus.
Por último, el Tarascosaurus era el indiscutible gran predador (o carroñero) de la zona, con sus 8 metros de longitud. Este abelisáurido es, como muchos dinosaurios franceses, conocido por escasos restos (vértebras, un fémur y algunos dientes).
Un Tarascosaurus se enfrenta con un Ampelosaurus en el Cretácico superior francés.
Llegamos al Maastrichtiano, del que también tenemos evidencias de la presencia del Variraptor y del Struthiosaurus, quienes ahora convivían con distintos dinosaurios. El más espectacular sin duda era el Hypselosaurus, un saurópodo titanosaurio de 9m de largo cuya fama reside en el hallazgo de sus huevos fosilizados de enorme tamaño, 30cm de diámetro. El Telmatosaurus podría ser una evolución del Rhabdodon, ya que el nuevo ornitópodo si que era un hadrosáurido puro, con su pico de pato, sus baterías dentales y sus 5 metros de longitud. Un pequeño dromeosáurido también surgió en las Galias, el Pyroraptor, de tan sólo metro y medio de longitud y 30kg de peso, que apuñalaría a sus presas con su gran garra falciforme (con forma de hoz).
Para concluir, sólo diré una cosa. Todos los terópodos que le faltan a España, ¡los tiene Francia!