La justicia sigue imponiéndose. En Cuba, tras las rejas con las que han intentado aprisionar su cuerpo, sin conseguir apresar su espíritu y sus ideas, Ángel Santiesteban-Prats es hoy un poco más libre. El mundo, y Europa en particular, se conmueve con un nuevo gesto que demuestra que la dignidad aún no está perdida en el mundo de la alta política, ese mundo que ha preferido hacer concesiones económicas, comerciales y políticas a la dictadura de los hermanos Castro dejando a un lado las enormes violaciones que el régimen perpetra en la isla contra los derechos humanos.
Dos eurodiputados enarbolan la bandera de la dignidad, Fernando Maura y Pavel Telicka, y piden a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que medie ante el régimen de La Habana para conseguir la libertad inmediata de los artistas Ángel Santiesteban-Prats y Danilo Maldonado, así como el cese de ese férreo ensañamiento que confina en Cuba a la reconocida artista Tania Bruguera. Pero lo más importante es que la carta que Fernando Maura y Pavel Telicka, vicepresidentes del grupo demócrata liberal del Parlamento Europeo (ALDE), acaban de dirigir a la más alta autoridad de la Política Exterior de la Unión Europea está respaldada por la firma de una treintena de eurodiputados pertenecientes a distintas tendencias políticas de la Eurocámara.
¡Bravo por la dignidad que estos eurodiputados representan al ponerse de lado de la libertad!
Es un mensaje muy claro que debe recibir Raúl Castro: cada vez más personas en el mundo, de todas las tendencias ideológicas, comprueban la felonía que sus gendarmes culturales y militares han cometido contra el escritor Ángel Santiesteban-Prats. La verdad se va imponiendo.
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