Contentísimo ando pudiendo reseñar este disco, continuación de ese primer volumen "bruto", en el que este talentoso autor catalán da rienda suelta a su desbocada imaginación de nuevo con esas dosis de ironía, de medida violencia verbal y dobles sentidos que esperamos de él.
Lo-fi, descaro punk y maravillas acústicas bebiendo por igual de la tradición galáctica catalana de los 70 como del indie americano más reciente y hasta un cierto punto infantil i naïf, y siempre anteponiendo su personalidad poliédrica por encima de todo, construye canciones emocionantes como Ego Sum ("y gritar al mar como un animal, y decir que no cuando digo si"); la "regenerante" El fong i el llangardaix; la indignada y rebelde En Re ("la burocracia no m'engresca, es com una broma que no entenc, sortiré al carrer i fugiré amb el vent, tornaré a veure-ho tot com quan era un nen"), todas ellas de las más destacadas en cuanto a las reposadas del disco.
Pero sabe ponerse juguetón también como en Ebri, una fanfarria cósmica o un delirium tremens verbenero, como prefieramos llamarlo; también hallamos la psicodélica Els destil.lats i la constitució, que personalmente recuerda a Inspiral Carpets; la muy pop (y con un guiño evidente a la canción Tómbola de Marisol, bueno Augusto Algueró para ser exactos) De luz y de color; aunque si con alguna caigo rendido es con la maravillosa El xiprer, como ya me pasaba con Màgic en el disco anterior, y que a partir de este arbusto construye una historia cargada de metáforas y melancolía a partes iguales.
Uno de los músicos más lúcidos y lucidos de nuestro tiempo. Para darle de comer aparte, vaya.