Disco elegante del fin de semana
Todos sabemos lo que podemos encontrar en un disco de Bryan Ferry: elegancia, sofisticación, sonidos Premium y buenos momentos pop. El soundtrack ideal, en definitiva, para inspirar la vida de más de un dandy irredimible.
Por otra parte, la intermitente carrera solista del ex Roxy pareció encontrar cierta regularidad a mediados de los 80 con la edición de dos buenos discos al hilo: "Boys and girls" en 1985 y "Bète noire" en 1987.
Para el primero- en un gesto habitual en él- Bryan se rodeó de amigos y colaboradores de lujo como David Gilmour, Guy Fletcher, Tony Levin, Mark Knopfler, Marcus Miller y David Sanborn, entre otros. Los generosos números de producción también permitieron elegir estudios de primer nivel como los AIR Studios de Londres, RPM en New York y el famoso Compass Point de Bahamas. El resto lo hicieron Rhett Davies y Bob Clearmountain desde la producción y los controles.
Ya desde los primeros compases de "Sensation" queda claro que este "Boys and girls" retoma allí donde dejó "Avalon" y su sonido lustroso para el amor de loft. Un gran comienzo. Esos ritmos sinuosos -a mitad de camino entre el samba y el reggae- que ya venían obsesionando a Ferry son retomados aquí en "Slave to love", el single más exitoso del disco. Al igual que con el último Roxy Music, dan ganas de vestir pantalones blancos y beber Manhattans al borde de una piscina llena de modelos. Una música sencillamente, superlativa.
¿Dijimos "reggae"? A su manera, Bryan coquetea con los ritmos caribeños en la embriagadora "Valentine" y trepa a otro buen momento pop con "Dont´s stop the dance". Guitarras surcando el aire, ambiente Hi Tech europeísta, la voz de crooner maduro. Otra música completa y valiosa.
Los momentos más flacos ("Windswept", "The choosen one", "Stone woman") balancean el set para abajo, apenas. Pero en el flow general, "Boys and girls" aprueba sin despeinarse. Como su dueño.
Bryan Ferry- discografía cercanaThe bride stripped bare (1978)- Boys and girls (1985)- Bète noire (1987).