Revista Sociedad
Un estudio de la Universidad de Hamburgo publicado en un diario alemán, dice que las pausas que hacen los fumadores en su jornada laboral le cuestan a las empresas alemanas unos 28 millones de euros al año.
Si consideramos que los fumadores emplean unos diez minutos de su jornada diaria laboral en esta humeante labor, estamos hablando de unas cuatro horas al mes, esto es, media jornada, que les correspondería a los no fumadores también para que lo empleen como quieran; podría ser que un día al mes, los no fumadores laboraran solamente media jornada y fueran reemplazados por sus compañeros fumadores durante el resto de la jornada.
Algunas empresas alemanas lo han solucionado poniendo lectores de tarjetas en los lugares de acceso para que los empleados registren los tiempos reales que utilizan en fumar y repongan posteriormente dicho tiempo, o si lo prefieren, se les descuente de sus nóminas. Los suecos se han ido al extremo y han prohibido las pausas para fumar, pero todos sabemos que lo prohibido siempre se convierte en algo más nocivo, lo mejor sería que repusieran dicho tiempo compensando a sus compañeros no fumadores, ¿no les parece?