Revista Insólito

Discurso de Mahmud Abbas

Publicado el 18 noviembre 2011 por Monpalentina @FFroi
Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina,  el viernes 23 de septiembre hizo una petición ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: que Palestina sea reconocida como el Estado 194 del planeta.
Quienes miramos de lejos este viejo conflicto, no acabamos de entender esa vieja herida que se abre cada nuevo intento por parte de uno de los dos bandos enfrentados. Había pensado, para exponer la cruda realidad del pueblo palestino, en un relato que me llegó a la revista "Pernía" en la década de los 80 de la mano de uno de mis colaboradores en Madrid, Ramón Pedregal, conocedor de la lucha y la historia del pueblo palestino y que recuperaré próximamente en aquel blog, pero entiendo que viene más a colación el discurso reciente de Abbas, con sus buenas razones también, que las tiene, para reclamar ante el mundo lo que les fuera arrebatado y obtener su propia idiosincracia como pueblo.
Discurso de Mahmud Abbas
S. E. Sr. Mahmud Abbas
Presidente del Estado de Palestina
Presidente del Comité Ejecutivo de la OLP
Presidente de la Autoridad Nacional Palestina
ante la Asamblea General de Naciones Unidas
Sesión Sesenta y seis
Nueva York
23 de septiembre de 2011
"La Cuestión Palestina está íntimamente ligada a Naciones Unidas debido a las resoluciones adoptadas por varios de sus órganos y agencias y por el papel esencial y loable de la Agencia de Naciones Unidas de Socorro y Obras Públicas para los Refugiados Palestinos en el Cercano Oriente - UNRWA – que personifica la responsabilidad internacional por la situación de los refugiados palestinos, víctimas de la An-Nakba (catástrofe) ocurrida en 1948. Aspiramos y buscamos un mayor y más efectivo papel de Naciones Unidas en la búsqueda de una paz justa y total en nuestra región, que garantice los inalienables, legítimos derechos nacionales del pueblo palestino, tal y como se definen en las resoluciones de legitimidad internacional de Naciones Unidas". "Hace un año, en este mismo momento, en esta sala, distinguidos dirigentes se refirieron a los estancados esfuerzos de paz en la región. Todos tenían grandes esperanzas en una nueva ronda de negociaciones sobre el estatus final que había comenzado a primeros de septiembre en Washington, bajo los auspicios directos del presidente Barack Obama, con la participación del Cuarteto, de Egipto y Jordania, para alcanzar un acuerdo de paz en el plazo de un año. Llegamos a esas negociaciones con los corazones abiertos e intenciones sinceras, y preparados con nuestros documentos, papeles y propuestas. Pero las conversaciones se interrumpieron a las pocas semanas de haberse iniciado"...

.../Los informes de las misiones de Naciones Unidas, al igual que los de varias instituciones israelíes y de la sociedad civil, transmiten una imagen horrible de la dimensión de la campaña de colonización, de la que que el gobierno israelí no duda en jactarse, y que continúa ejecutando por medio de la sistemática confiscación de territorio palestino y la construcción de miles de nuevas unidades de asentamiento en varias zonas de Cisjordania, y especialmente en Jerusalén Este, y acelerando la construcción del Muro de anexión que está devorando grandes extensiones de nuestro territorio, dividiéndolo en islas y cantones separados y aislados, destruyendo la vida de las familias y las comunidades y los medios de subsistencia de decenas de miles de familias. El poder ocupante también continúa negándose a permitir que nuestro pueblo construya en la ocupada Jerusalén Oriental, al mismo tiempo que intensifica, desde hace décadas, una campaña de demolición y confiscación de viviendas, desplazando a los propietarios y residentes palestinos bajo una múltiple política de limpieza étnica destinada a alejarlos de su patria ancestral. Además, se han emitido órdenes para deportar a representantes electos de la ciudad de Jerusalén. El poder ocupante también continúa emprendiendo excavaciones que amenazan nuestros Santos Lugares, y sus puestos de control militares impiden a nuestros ciudadanos el acceso a sus mezquitas e iglesias, y sigue sitiando la Ciudad Santa con una anillo de asentamientos dispuestos para separar la Ciudad Santa del resto de las ciudades palestinas".

La ocupación es una carrera contra el tiempo para redibujar las fronteras de nuestro territorio de acuerdo a sus deseos, y para imponer un hecho consumado en el terreno que cambia la realidad y que está socavando la posibilidad de la existencia del Estado de Palestina.

Al mismo tiempo, el poder ocupante continúa imponiendo un bloqueo a la Franja de Gaza que tiene a civiles palestinos como blanco de asesinatos, ataques aéreos y fuego de artillería, persistiendo, desde hace tres años, en su guerra de agresión a Gaza, con un resultado de destrucción masiva de viviendas, escuelas, hospitales y mezquitas y de miles de mártires y heridos.
.../Todas estas medidas adoptadas por Israel en nuestro país son medidas unilaterales y no están basadas en ningún acuerdo previo. De hecho, de lo que somos testigos es de una aplicación selectiva de los acuerdos con el fin de perpetuar la ocupación. Israel volvió a ocupar las ciudades de Cisjordania de manera unilateral y restableció la ocupación civil y militar de manera unilateral, y es quien determina si un ciudadano palestino tiene o no derecho a residir en cualquier parte del territorio palestino. Y confisca nuestras tierra, y nuestra agua, e impide nuestro movimiento y el movimiento de nuestras mercancías. Y obstruye el destino de todos nosotros. Todo esto de manera unilateral.

.../En 1974, nuestro difunto líder Yasser Arafat vino a esta sala y dio garantías a los miembros de la Asamblea General de nuestro empeño positivo por la paz, instando a Naciones Unidas a hacer valer los inalienables derechos nacionales del pueblo palestino, declarando: “No permitan que la rama de olivo caiga de mi mano”. En 1988, el presidente Arafat habló de nuevo ante la Asamblea General, reunida en Ginebra para escucharlo, y presentó el programa de paz palestino, adoptado por el Consejo Nacional Palestino en sesión que se había celebrado aquel año en Argelia.

Al adoptar aquel programa dimos un paso doloroso y muy difícil para todos nosotros, especialmente para aquellos, entre los que me encuentro, que fueron obligados a abandonar sus hogares, sus ciudades y pueblos, llevando sólo algunas de nuestras pertenencias, nuestro dolor, nuestra memoria y las llaves de nuestros hogares, hacia los campos del exilio y la diáspora, en la Nakba de 1948, una de las peores operaciones de desarraigo, destrucción y eliminación de una sociedad vibrante y cohesionada que había contribuido de forma pionera y destacada al renacimiento cultural, educativo y económico del Medio Oriente Árabe.

A pesar de todo, porque creemos en la paz y por nuestra fe en la legitimidad internacional, y porque tenemos el coraje de tomar decisiones difíciles para un pueblo, y en ausencia de justicia absoluta, decidimos adoptar el camino de la justicia relativa, justicia que es posible y podría corregir parte de la gran injusticia histórica cometida contra nuestro pueblo. Y así, acordamos establecer el Estado de Palestina en sólo el 22% del territorio de la Palestina histórica, en todo el Territorio Palestino ocupado por Israel en 1967. Nosotros, al dar este histórico paso, que fue bien recibido por los Estados del mundo, hicimos una gran concesión con el fin de lograr un compromiso histórico que permitiera hacer la paz en la tierra de la paz.

En los años siguientes, desde la Conferencia de Madrid y las negociaciones de Washington que llevaron a los Acuerdos de Oslo, firmados hace 18 años en el jardín de la Casa Blanca, y que se vincularon a las cartas de reconocimiento mutuo entre la OLP e Israel, nosotros perseveramos y nos ocupamos de manera positiva y responsable de todos los esfuerzos encaminados al logro de una acuerdo de paz duradero. Sin embargo, como hemos dicho antes, cada iniciativa, y cada conferencia, y cada nueva ronda de negociaciones, y cada movimiento se ha topado contra la roca del proyecto de expansión colonial israelí.

Ratifico, en nombre de la Organización para la Liberación de Palestina, la única legítima representante del pueblo palestino, lo que seguirá siendo así hasta el fin del conflicto en todos sus aspectos, y hasta la resolución de todas las cuestiones relativas al estatus final, lo siguiente: El objetivo del pueblo palestino es la consecución de sus inalienables derechos nacionales en su Estado de Palestina independiente, con Jerusalén Este como capital, en todo el territorio de Cisjordania, incluido Jerusalén Este, y de la Franja de Gaza, que fue ocupado por Israel en la guerra de junio de 1967, en conformidad con las resoluciones de derecho internacional, y con el logro de una solución justa y conveniente de la cuestión de los refugiados palestinos, de acuerdo con la resolución 194, como se estipula en la Iniciativa de Paz Árabe que presenta la visión de consenso árabe para resolver la esencia del conflicto árabe-israelí y lograr una paz justa y global. Nos ratificamos en esto, y para lograrlo es para lo que trabajamos. El logro de esta deseada paz exige también la liberación de los prisioneros y detenidos políticos en las cárceles israelíes, sin demora.

La OLP y el pueblo palestino ratifican la renuncia a la violencia y rechazan y condenan el terrorismo en todas sus formas, especialmente el terrorismo de Estado; y ratifica todos los acuerdos firmados entre la Organización para la Liberación de Palestina e Israel. Nos adherimos a la opción de negociar una solución duradera al conflicto, de acuerdo con las resoluciones de derecho internacional. Aquí, declaro que la Organización para la Liberación de Palestina está lista para volver inmediatamente a la mesa de negociación sobre las bases de los términos de referencia adoptados, basados en el derecho internacional y en el cese total de la actividad de los asentamientos.
" Nuestro pueblo continuará su resistencia popular pacífica contra la ocupación israelí, sus colonias, su política de apartheid y la construcción del racista Muro de anexión, y recibirá apoyo para su resistencia, lo que es coherente con el Derecho Internacional Humanitario y con las convenciones internacionales y cuenta con el apoyo de los activistas por la paz de Israel y de todo el mundo, que es un gran ejemplo, inspirador y valiente de la fortaleza de esta gente indefensa, armada únicamente con sus sueños, su coraje su esperanza y sus consignas frente a las balas, tanques, gases lacrimógenos y excavadoras.
" Traer nuestra difícil situación y nuestro caso ante esta tribuna internacional, es una ratificación de nuestra confianza en la opción política y diplomática, y es la confirmación de que no damos pasos unilaterales. Nuestros esfuerzos no van dirigidos a aislar, o a deslegitimar a Israel, más bien buscamos ganar legitimidad para la causa del pueblo de Palestina. Lo que únicamente queremos deslegitimar es la actividad de las colonias, la ocupación, el apartheid y la lógica de la fuerza bruta, y creemos que todos los países del mundo están con nosotros en este sentido.
" Estoy aquí para decir, en nombre del pueblo palestino y de la Organización para la Liberación de Palestina: tendemos nuestras manos al gobierno israelí y al pueblo israelí para hacer la paz. Yo les digo: construyamos juntos, urgentemente, un futuro para nuestros hijos, en el que puedan gozar de libertad, seguridad y prosperidad. Construyamos puentes de diálogo en lugar de puestos de control y muros de separación, construyamos relaciones de cooperación que se basen en la igualdad y la equidad entre dos Estados vecinos, Palestina e Israel, en lugar de políticas de ocupación, colonias, guerra y eliminación del otro.
Ver discurso completo en
Tercera Información
Otras fuentes consultadas:
BBC-Mundo
Imagen: Taringa
Taringa


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