Estimado Señor Presidente François Hollande;
Ministros, parlamentarios, empresarios y personalidades del mundo de la cultura y las artes;
Estimados compatriotas y amigos de Cuba;
Distinguidos invitados:
Agradezco las gentiles palabras pronunciadas por el presidente François Hollande, y la amable acogida que han reservado a nuestra delegación en esta hermosa ciudad.
De una Francia, un sentimiento especial: en 1953, de regreso de un congreso por los derechos de la juventud, efectuado en Austria, visité esta nación por primera vez. Siendo muy joven, cuando comenzábamos nuestra última lucha por la definitiva independencia, aproveché al máximo el tiempo, e incluso me incorporé al desfile por el Primero de Mayo ese año.