Revista Cultura y Ocio
Leo Discursos para sordos, del pedante Guillermo Díaz-Plaja (Magisterio Español, Madrid, 1968), un volumen de artículos en los que este ensayista y profesor va señalando lacras de la sociedad española, por si alguien tiene interés en ponerles fin. El objetivo no es malo, obviamente, pero hay que reconocer dos cosas: la primera, la ñoñez poco atractiva de su estilo periodístico, plúmbeo, pedestre y alcanforado; la segunda, la insufrible soberbia de quien se cree en posesión de la verdad y de la virtud, y tilda de “sordos” a quienes no le prestan extasiada obediencia. Esta frase que aparece en el prólogo es un buen indicio: “El español medio está aquejado de una grave sordera espiritual. Tengo pues la vaga aprensión de haber perdido el tiempo”. A partir de esa fatuidad, el resto. Es muy triste que un hombre de su linaje tenga que descender hasta nuestros torpes oídos para enseñarnos y sacarnos de nuestra cerril ignorancia.