Junto a Alla, Newpoleon y Baco en la sala Fort Pienc.
Cuando era niño dibujaba muy bien. No era muy bueno creando a partir de la imaginación, pero si me fijaba en algo era capaz de trasladarlo al papel con un parecido muy digno. Recuerdo que junto a mi hermano Fran, dos años menor que yo, nos pasábamos horas dibujando y pintando. Al principio él tomaba como modelo mis creaciones, pero sólo muy al principio… Pronto fue evidente que su habilidad con el lápiz era infinitamente superior a la mía. Total, que llegó un momento en que acabé frustrado de comprobar que lo que yo tardaba horas en completar él lo hacía en unos pocos minutos, y además mucho mejor, así que me decanté por otras disciplinas.
Él siguió dale que te pego con pinceles y lienzos, aprendiendo, experimentando y mejorando su técnica, hasta el punto de pintar cuadros alucinantes. Por lo menos para mí lo son. Me resulta realmente difícil de entender cómo, a partir de una superficie en blanco, se puede crear algo tan bello, que transmite tanto y con tanta personalidad. Pero el caso es que lo hace. Y para que veáis que no es sólo una cuestión de amor fraternal, aquí tenéis unas cuantas fotos que lo demuestran.
‘New Yorkonda’ y ‘The Royal Flush over grey’.
‘Eso es lo único que conseguirás de Columbine’ y ‘El Barón Negro’
Estudiando a ‘Galatea automática’
‘La bohème’
‘La princesa, el dragón y la rana’
‘La luz de Lady Godiva’
‘Daphne’, ‘Dónde está el gato’ y ‘Canción para Charlie Parker’
‘Leda y el cisne’, ‘Calisto’ y ‘El paraíso perdido’
Vista general de la exposición en la sala Fort Pienc.
Me recuerda al Louvre…
Las imágenes corresponden a la exposición que hasta el 4 de abril podéis visitar en el Centre Cívic Ateneu Fort Pienc, en Barcelona, junto a la estación de autobuses del Norte (muy cerca de las estaciones de metro Marina y Arc de Triomf). Si tenéis la oportunidad de acercaros deberíais aprovecharla porque, de verdad, la disfrutaréis.
No me voy a alargar. En esta ocasión las imágenes hablan por sí solas, así que me despido con una reflexión del artista acerca de su trabajo:
“El arte es una razón de ser, una manera de comunicar y expresar todo tipo de ideas. Mi manera de expresarme es bajo un lenguaje figurativo que mira hacia el pasado, con voluntad de aprender de los grandes maestros para adaptar sus conocimientos a nuestro tiempo. La figuración es el camino que considero más apropiado para representar las cosas que quiero explicar.
Para construir un poco de valor es necesario conocer, y ello obliga a la observación y al estudio del elemento en cuestión. El buen uso de la forma, la luz, el color y la perspectiva son fundamentales para conseguir un lenguaje estético personal, claro y visualmente potente. Una obra de arte conceptualmente compleja, estéticamente puede ser accesible a todo tipo de personas.”
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