Y llegó el día y por fin se celebró una nueva edición del Cross Villa de Gijón, y van treinta y seis. La mañana amaneció gris y orbayando, pero el Villa es una carrera de las que pase lo que pase y a pesar del tiempo siempre genera mucha expectación en la ciudad. A primera hora me acerqué al recinto de atletismo de las Mestas a recoger el dorsal y ya se palpaba un gran ambiente.
Como suele ser habitual, quince minutos antes de la carrera nos juntamos unos cuantos miembros del Club del Corredor para la foto de rigor. Hay que decir que hoy con unas cuantas ausencias por retraso y lo peor, por lesiones. Desde aquí les envío mucho ánimo y tranquilidad, en nada estamos haciendo series otra vez juntos.
A las 11:00 horas en punto se dio el pistoletazo de salida y más de 1500 corredores nos pusimos en marcha, como decía antes gran ambiente festivo.Hoy mi idea era hacer un par de kilómetros un poco fuertes para situarme en una posición cómoda y luego aflojar para probarme y no forzar mucho el talón, que ahora sí parece que se recupera de verdad.Tras un primer kilómetro a 4:05 durante toda la carrera llevé un ritmo un poco irregular, con altibajos y tirones. La verdad que en todo momento me encontré muy cómodo, hablando con amigos y disfrutando “a tope”. Debo reconocer pasé ganas de “apretar” pero no me jugaba nada y me había prometido a mi mismo no forzar. Los kilómetros 6 y 7 por la Avenida Príncipe de Asturias se me hicieron como siempre un poco más pesados, con ritmo de 4:22 y 4:21, a partir de ahí decidí meter un poco más de velocidad hasta llegar a meta. Al final fueron 47 minutos y 39 segundos con ritmo medio 4:12, el GPS me marca una distancia de 11,35 kilómetros. go.nike.com/06umjngt
Lo mejor la ausencia de molestias en el talón y el ver que puedo correr en esos ritmos controlando y sobre todo, disfrutando.
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