“No ven la rosa, pero observan con atención las espinas del tallo.” Luciano de Samosata.
Esta distorsión cognitiva consiste en seleccionar en forma de “visión de túnel” un solo aspecto de una situación, aspecto que tiñe toda la interpretación de la situación y no se percata de otros que lo contradicen. Se filtra lo negativo, lo positivo se olvida.
La persona elige un detalle negativo de cualquier situación y se fija exclusivamente en él, percibiendo así que toda la situación es negativa. Por ejemplo, si tiene un problema de pareja o en el trabajo piensa que toda su vida es un fracaso, sólo se fijas en lo malo que tiene su vida sin tener en cuenta las cosas buenas.
Otro ejemplo, una estudiante universitaria deprimida oyó que otros estudiantes estaban ridiculizando a su mejor amiga. Se puso furiosa porque pensó: “¡Así es básicamente toda la raza humana, cruel e insensible!”. ¡La estudiante estaba pasando por alto el hecho de que en los meses anteriores pocas personas o ninguna, había sido cruel o insensible con ella! En otra ocasión, cuando terminó uno de sus exámenes parciales, estaba segura, de que, del total de cien preguntas, se había equivocado en diecisiete. Pensaba exclusivamente en esas diecisiete y llegó a la conclusión de que iban a suspenderla. Cuando recibió su examen, había una nota adjunta que decía: “Respondió correctamente ochenta y tres de un total de cien. Este resultado ha sido con mucho la calificación más alta de todos los estudiantes de este año. Sobresaliente”.
Cuando tu estás deprimido, te pones un par de gafas con cristales especiales que no dejan pasar nada que sea positivo. Todo lo que permites entrar en tu mente consciente es negativo. Dado que no tienes conciencia de este “proceso de filtrado”, llegas a la conclusión de que todo es negativo. El nombre técnico de este proceso es “abstracción selectiva”. Es un mal hábito que te puede provocar mucha angustia innecesaria.
¿Cómo detectarla?
Las palabras claves son : “No puedo soportar esto”, “No aguanto que…”, “Es horrible”, “Es insoportable”.
Estate atento si estas palabras están en tu vocabulario diariamente.
¿Cómo combatirla?
Desdramatizar y buscar soluciones.
Preguntarte: ¿Qué ha ocurrido otras veces?, ¿Realmente es tan malo?, ¿Se puede hacer algo para solucionarlo?
Ya sabes esto es práctica, práctica y práctica…