“Muchas de las dificultades que experimentamos con los demás están más relacionadas con nuestra proyección y nuestra interpretación que con su verdadera intención.” Robert Dilts.
Esta distorsión responde a que la persona se ve a sí misma como la causa de algún hecho negativo externo del cual, en realidad, ella no ha sido básicamente responsable.
La de la semana pasada nos provocaba culpa pero esta sí que es la madre de la culpabilidad. Usted asume la responsabilidad ante un hecho negativo cuando no hay fundamentos para que los haga. Decide arbitrariamente que lo que ha sucedido ha sido culpa suya o se debe a su incapacidad, aun cuando usted no haya sido responsable de eso. Por ejemplo, cuando una madre vió el cuaderno de ejercicios de su hijo, había una notoa de la maestra en la que se indicaba que el niño no estaba trabajando bien. Inmediatamente ella decidió: “Debo ser una mala madre. Eso demuestra que no lo hago bien.”
La personalización le hará sentir una culpa paralizante. Sufrirá una sensación abrumadora a causa de la responsabilidad que le obligará a llevar el mundo entero sobre sus hombros. Usted ha confundido lo que significa tener influencia con tener control sobre otras personas. En su función de docente, consejero, padre, médico, ejecutivo, usted puede influir sin duda en las personas con las que interactúa, pero nadie podría esperar lógicamente que usted las controle. Lo que hace la otra persona es responsabilidad de ella no de usted.
¿Cómo detectarla?
La podemos detectar cuando nos encontramos diciendo: “Eso lo dice por mi”
“Yo soy más…./menos… tal… que…”
¿Cómo combatirla?
Busca pruebas y sus efectos.
Pregúntate: ¿Compararme cuando salgo perdiendo, me ayuda en algo?, ¿Qué pruebas tengo de que eso es así? ¿Tengo pruebas sólidas para confirmar que ese comportamiento ajeno tiene algo que ver conmigo? ¿Están bien fundadas mis conclusiones? ¿Son razonables?
Si nos pasamos las horas pendiente de sí los demás actúan de una u otra forma por nosotros estamos perdiendo preciosos instantes de una vida que puede ser más creativa y productiva. No somos tan importantes, ni podemos controlarlo todo. Cuando uno empieza a dejarse llevar la vida cobra una dimensión totalmente maravillosa.
Y ya sabéis esto requiere práctica y más práctica. Para conseguir una mente sana tenemos que trabajarla todos los días.
Mis mejores deseos de disfrute para esta semana y abrazos virtuales!!