Un argumento muy curioso: una nave espacial se instala en el cielo de Johannesburgo. Los humanos encuentran en su interior a cientos de alienígenas desnutridos. Parecen inofensivos, por lo que deciden crear un gran campamento para alojarles como "refugiados". Veinte años después, el Distrito 9 se convierte en un auténtico gueto, con sus propias leyes, que empieza a incomodar a los humanos. La decisión, desalojarles y llevarles a un campo de concentración a 200 km de la ciudad sudafricana.
Así comienza todo. No os he contado más que diez minutos del largometraje, más o menos, lo que me sedujo y me llevó a ver la última película de Blomkamp. Lo demás, es decir, lo que viene después, no sabes exactamente cómo tomártelo. Hay momentos en los que no sabes si reírte o tomártelo en serio. Supongo que influye el hecho de que, como espectador, tienes que dar por válidas muchas situaciones nuevas, eso que llaman "credibilidad". Pero en ambos casos la sangre y las vísceras no faltan.
Está muy bien hecha, entre la ciencia-ficción y el documental, pero a mí se me han transpapelado muchos detalles. Y más se transpapelan al saber que cuenta con cuatro nominaciones a los Oscars, entre ellas a mejor película. ¿Qué pasará por la cabeza de los académicos este año? De momento, parece que mucha ciencia-ficción.