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Divertimento veraniego

Publicado el 25 julio 2016 por Angeles

Quizás algunos de ustedes recuerden una entrada en la que imaginábamos que unos cuantos libros se elegían unos a otros y se emparejaban, como para bailar. Y que, en ese baile, los títulos de los libros  se mezclaban dando lugar a otros nuevos.

En aquella ocasión imaginamos que si se combinaran, por ejemplo,  El guardián entre el centeno de Salinger y Flores azules de Raymond Queneau, el resultado sería "El guardián entre flores azules". O si se fundían El último encuentro de Sándor Márai y La tienda de los suicidas, de Jean Toulé, resultaría una nueva historia titulada "El último de los suicidas".

Entonces nos limitamos a imaginar títulos, pero algunos nos quedaron tan bonitos y sugerentes que  nos pareció una pena que no fuesen libros verdaderos, es decir, que detrás de  esos títulos no hubiese realmente historias que leer.

The Fantastic Flying Books of Mr Morris LessMore

The Fantastic Flying Books of Mr Morris LessMore 

Por alguna razón hace unos días me acordé de aquella entrada, y estuve dándole vueltas a esa idea de los títulos mezclados y  las historias que podrían contener.

Y entonces, como aquella vez, empezaron a danzar delante de mí varios libros, que se iban emparejando y dando lugar a nuevas combinaciones. 

Pero esta vez estuve más atenta, y no sólo vi aparecer los títulos nuevos sino que además vi cómo se iban esbozando posibles argumentos que los respaldaban.

Los primeros libros que vi saltar de mis estantes y ponerse a revolotear fueron Las hermanas Bunner, de Edith Wharton, y Una cena en casa de los Timmins, de William M. Thackeray, de cuya combinación surgió Una cena en casa de las hermanas Bunner.
Este libro podría ser la historia de dos hermanas que están deseosas de encontrar el amor, como sus amigas y conocidas, que están ya todas casadas. Así que deciden organizar una cena e invitar a unos cuantos solteros a los que conocen, lo que provoca un escándalo social en su pequeña ciudad. Pero las hermanas están dispuestas a arriesgar su buena reputación para conseguir el amor, y siguen adelante con su plan, ignorando el enfado y el puritanismo de quienes las acusan de inmorales.Los invitados responden, se celebra la cena y el resultado es el esperado, aunque sólo para una de ellas. A partir de ese momento la relación entre las hermanas se deteriora, porque la que no ha encontrado pareja termina recriminando a la otra con los mismos argumentos que la sociedad empleó primero contra ambas.

***
Otra de las parejas librescas de esta ocasión fue la que formaron El mentiroso, de Henry James, y Doctor Pasavento  de Enrique Vila-Matas, que dio lugar a El doctor mentiroso, cuyo argumento podría ser el siguiente: 

Un médico muy prestigioso abandona su profesión después de que un diagnóstico suyo erróneo provoque la muerte de un niño. Sus abogados consiguen librarlo de la cárcel, pero su vida como médico está acabada. No sólo porque ha perdido su prestigio, sino porque él ha perdido la confianza en sí mismo. Además, el no ir a la cárcel no hace más que aumentar su sentimiento de culpa y su remordimiento. Tras un intento fracasado de suicidio, decide marcharse a un lugar donde nadie lo conozca y vivir dedicado al servicio a los demás. Entonces se establece en un pequeño pueblo aislado, inventa una identidad nueva y abre un taller de carpintería, profesión que aprendió de su padre y que nunca ejerció. Así vive humildemente además de estar siempre a disposición de los vecinos, cuyo afecto y admiración se gana en poco tiempo.Un día un hombre se pone enfermo en su taller. Mandan llamar al médico de la zona, pero éste se encuentra en otro pueblo y tardará medio día en regresar. En ese tiempo, el hombre puede morir. Mientras tanto, el “doctor mentiroso” se debate entre su deber de ayudar al vecino y su miedo a volver a equivocarse. Pero también teme revelar su identidad verdadera y  perder el buen nombre que ha conseguido en esta comunidad, como ya lo perdió en su vida anterior.

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Por último, de la combinación de Noches blancas,  de Dostoievski, y La hierba de las noches, de Patrick Modiano, resultó, cómo no, La hierba de las noches blancas.

Éste podría tratar de un hombre perteneciente a una noble familia arruinada, que para intentar salir de su situación decide escribir un libro sobre las hazañas de sus nobles antepasados. Al contrario que éstos, él es una persona débil, cobarde y sin recursos económicos. Y con  ese libro  espera recuperar el prestigio perdido y de camino abrirse paso en el mundo de la política, que le parece la mejor manera de prosperar para un inepto como él.
Pero un día descubre que él también es capaz de defenderse con valentía y resolver a su favor una situación conflictiva. Esto le hace cambiar su concepto de sí mismo y comprender que no necesita recurrir a las glorias de sus antepasados para ser alguien en la vida.A partir de entonces empieza a olvidarse del pasado y a construir su futuro, que no tendrá nada que ver con el espíritu aguerrido de sus ancestros sino con su verdadera naturaleza, que es la de un hombre sencillo,  bondadoso y altruista.
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Y ahora, una vez presentados los argumentos de estos títulos imaginarios, debo revelar que aquí hay un pequeño juego escondido. Y es que de estos tres argumentos, dos han sido, efectivamente, inventados para este divertimento veraniego, mientras que uno de ellos es verdadero, es decir, corresponde en verdad a una novela existente, que no tiene por qué ser necesariamente una de las que se nombran en esta entrada.

Así pues, ¿cuál de los tres creen ustedes que es el argumento verdadero?

Casa de Mark Twain

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