Me encantan los juguetes que contribuyen al juego imaginativo de los niños, esos que despiertan y sugieren infinidad de opciones en su juego.Ya lo dicen muchos pedagogos, que cuanto menos definido y más arquetípico sea el juguete, más espacio hay para la imaginación del pequeño.Y si además el juguete está fabricado con materiales naturales y por los mismos padres, dedicando todo su tiempo y amoren ello, entonces se convierte en algo verdaderamente especial.Para estas navidades me he propuesto hacer regalos hand made with love y éste va a ser uno de mis regalos de cabecera, el caballito de palo, un juguete tradicional cálido, con infinidad de opciones de juego y muy económico.Si quieres sorprender a tus pequeños, toma nota del proceso, es bien sencillo ¡y les encantará!
¿Qué necesitamos?
Un calcetín de talla 40 aprox., de lana a ser posible y no elástico (el tacto es más confortable)Un palo de 1m de largo (en este caso hemos utilizado un palo de escoba comprado en una ferretería, que previamente hemos cortado)Lana cardada o fibra sintética (relleno habitual de los cojines) para el interior. También puedes utilizar tiras de ropa vieja por ejemplo.Lanahilada para hacer la crin del caballoUn trocito de fieltropara hacer las orejas¿Cómo lo hacemos?Primero preparamos un rulo con el relleno, que sea bastante grueso, apretadito y del largo aproximado del calcetín estirado.Previamente a introducir el relleno en el calcetín, le coseremos una media luna para hacer el mentón del caballo y que tenga más forma.Para coserla, deberemos dar la vuelta al calcetín, doblarlo por la mitad y en la tela opuesta a donde se encuentra el talón hacer las puntadas.Después, volvemos a darle la vuelta, lo rellenamos y le ponemos el palo, bien clavado.
Ahora ataremos el calcetín al palo con un buen trozo de lana, dando vueltas alrededor lo más apretado posible.Ya tenemos la base de la cabeza lista, ahora hay que coserle las tiras de lana (que previamente habremos cortado) para hacer la crin. Suelen quedar más bonitas si utilizas diferentes tonos combinados.La manera más rápida es ir cosiendo pequeños manojos de lana justo por el medio con una aguja curva. Una vez que estén cosidos hacemos unos cuantos nudos en algunos hilos, para que de esta manera la lana no se escape por los lados. No importa a todos, sólo a los de más arriba del manojo.
Por último, cortaremos unos triangulitos de fieltro (yo lo he hecho a ojo, sin medir ni nada) y los coseremos a los lados para hacer las orejas.Si quieres puedes coserle un par de botones para hacer los ojos. A nosotros nos gustan más así, más inspirados en la pedagogía Waldorf.Este caballito en concreto va a ser para mi sobrino, que pronto cumple cuatro años, pero Sunflower no ha podido resistirse a hacerle una buena sesión de pruebas. Es increíble el juego que da.
Y por último, te muestro algunos caballos que hemos hecho en el grupo de artesanía de la escuela Waldorf de Mallorca, donde va Sunflower.Cada semana nos reunimos unas cuantas mamás y maestras para hacer diferentes manualidades que van destinados a recaudar fondos para la escuela. Como dice Alexandra en su blog, una de las mamás que participa en este grupo, son juguetes hechos con calma, risas, mucho mimo y amor.¿Qué te parece? ¿Te animas a hacer alguno? ¡Venga! Todavía estás a tiempo para tenerlo listo por Navidad. Nota: Tanto la lana cardada como la lana hilada que hemos utilizado la hemos comprado en Artesanía Santiago Geijo en León. Tienen precios muy pero que muy económicos y lo que más me gusta es que trabajan la lana artesanalmente. Además sirven a toda Europa. Eso sí, los pedidos se hacen por teléfono.<<El juego creativo permite a los niños conocer el mundo y éste es el trabajo de la primera infancia. – Rahima Baldwin Dancy>>