Me atrae mucho la sencillez y la belleza de estos seres mágicos, y me parecen ideales para adornar la cunita o la habitación de los pequeños. Sunflower, de hecho, tiene dos en su cuarto.Además, dicen que dan protección y seguridad en sus sueños y cuando las cuelgas, suelen dar vueltas flotando sutilmente al acariciarles la brisa. Ahí, sí que parecen mágicas de verdad. En las escuelas Waldorf se da mucha importancia a las hadas, especialmente en los cuentos de hadas, pues consideran que son un valiosísimo legado del pasado que alimenta y protege la vida interior del niño. En cualquier caso, a mí me fascinan, y además me gusta mucho crearlas. Así que si quieres ver y aprender cómo se hacen, ves tomando nota. Es bastante sencillo.
¿Qué necesitamos?
- Agujas de abatanar (También llamadas de afieltrar. Se pueden conseguir en una mercería o tienda de manualidades). Yo tengo estos mangos de madera que me facilitan el trabajo, pero no son imprescindibles.
- Lana peinada de merino blanca y de colores. Aquí te expliqué donde puedes conseguirla. Un hada mediana puede pesar alrededor de 25g de lana. Así que no necesitas mucha.
- Un cojín viejo o un trozo de fibra que te sirva de base para pinchar la lana con la aguja. Las agujas de abatanar tienen puntas muy finas y no pueden golpearse contra superficies duras.
Hacemos un nudo con la tira obtenida, de manera que quede justo en medio. Esto va a ser la cabeza.
Giramos uno de los extremos sobre el otro. Ya tenemos la cara y la base del cuerpo. Es el momento de
marcar el cuello con una pequeña tirita de lana, puedes hacer un nudo detrás o simplemente pincharlo un poco con la aguja, y se van entrelazando (viene a ser coser) las fibras.Ahora tenemos que hacer
los brazos. Cortamos una tira del largo aproximado del cuerpo y la cabeza juntos. Esta vez el grosor será la mitad del grueso que cortamos antes para el cuerpo.Hacemos un nudo en los dos extremos y pinchamos un poco con la aguja para acabar de unir las fibras y hacer las manos.
Ahora introducimos los brazos debajo de la cabeza, abriendo las dos partes del nudo que hicimos al principio.
Le ponemos un cinturón con lana blanca, así marcamos el abdomen, que anudaremos y pincharemos por detrás. Ya tenemos el cuerpo terminado.
Ahora vamos a
vestirla con los colores que hayamos elegido.Como te decía antes, no hay normas, y aquí la imaginación tiene absoluta libertad. Lo más sencillo, sin embargo, a la hora de hacer un vestido es coger un trozo de lana de color que pueda llegar a cubrir el cuerpo por delante y por detrás y le hacemos una pequeña apertura en medio.Por esta apertura metemos la cabeza, y luego le ponemos un cinturón, que podemos anudar detrás con la aguja también. En este caso, le hice una especie de pompón o de flor con el sobrante.Cómo quería que tuviera más color. Le puse después encima un fajín más ancho, y un poco de lana de otro color debajo, creando este efecto:
Todos
los detalles que le quieras poner los vas a fijar pinchando suavemente con la aguja de abatanar. No muy fuerte, porque la lana peinada enseguida se queda marcada y se ven los pinchazos. Bastan unos pocos y siempre flojitos.Una de las cosas que más me sorprendió cuando empecé a trabajar con lana cardada, es que se puede fijar con estas agujas, y sólo pinchando (a veces parece que haces vudú), pero sí, se quedan sujetas. Es muy guay.
El truco está en las muescas que tienen las agujas, que hacen que las fribras se entrelacen.Bueno, ahora viene lo más difícil desde mi punto de vista, el peinado. Yo no soy nada buena para hacer peinados en general, así que con las hadas me pasa igual. Lo más sencillo para mí es hacerles un moño o una trenza.Para hacer un moño, s
implemente coges un trozo de lana del color que desees, lo colocas en la cabeza, pinchándolo un poco, de manera que quede por un lado muy corto, y por el otro todo el resto, y se enrolla el pelo sobre sí mismo, haciendo el moño.Después puedes añadirle algún detalle; flores, diademas de otro color,… En este caso le hice una trenza, que empecé a hacerla de lila más fuerte, pero finalmente me gustó más del mismo color que el cabello.
Lo último que hacemos es ponerle las alas, si quieres, porque las hadas no tienen por qué tener alas (eso me han dicho). Se hacen con dos simples trozos de lana en forma de cruz, que pinchamos por detrás.
Para ponerle un hilo y poder colgarla, solo hay que introducir un hilo fuerte (como el de coser vaqueros), y que sea doble, con una aguja normal de coser desde la nuca hasta la mitad de la cabeza (suena fatal) y ¡listo!
Una preciosa hada Waldorf que llenará de color la habitación de alguien (no tiene por qué ser un niño) y además le protegerá.La verdad es que me alegré mucho cuando comprobé que el regalo le gustaba a Clara. Y mira cómo son de intuitivos los niños, que enseguida intuyó que le puede ayudar a no tener pesadillas por las noches. Espero que la disfrute durante mucho tiempo.
Por cierto, me apetece mostrarte otras hadas que hemos ido haciendo en el taller de artesanía en el que participamos un grupito de mamás Waldorf todas las semanas. Como puedes ver, todas diferentes, cada mamá tiene su propio estilo. La mía es la del medio, la verde y rosa con trenza...Y si quieres ver el ángel de Navidad que le he hecho a Sunflower con la misma técnica, como regalo final en su calendario de adviento, pincha
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