Así que, ¡aquí está por fin el tutorial de pintar mandalas en piedras!Pero antes de comenzar, ¿qué es un mandala?Mandala es una palabra que en sánscrito significa círculo sagrado. El mandala viene a ser una representación del universo, y su uso está documentado desde tiempos antiguos; de Egipto, hasta China, pasando por India e incluso los druidas en España.Las diferentes culturas coinciden, sin embargo, en que el mandala conduce hacia el camino de la unidad del ser, por lo que se utiliza como método de relajación y meditación.¿Por qué pintar un mandala?Estos son sólo algunos de los beneficios que nos puede aportar crear un mandala:
- Potencia la creatividad
- Expande la conciencia
- Nos reconecta con nuestro ser esencial
- Nos ayuda a mejorar la comunicación con el mundo
- Nos permite desarrollar la auto-observación y la auto-aceptación
- Nos centra
- Nos armoniza
- Nos hace sentir paz y bienestar
- Piedras. Yo prefiero las de cantos rodados y lo más planitas posibles. En Mallorca hay muchas calas donde puedo encontrarlas, pero también tengo piedras de río, que recogimos en nuestro último viaje a La Alpujarra granadina.
- Pintura acrílica para superficies porosas. Yo utilizo la marca Folkart, que es de bastante buena calidad y buen precio. Cada botecito, unos 2€.
- Rotuladores permanentes para trazar los dibujos. Los que he estado utilizando hasta ahora son de la marca Edding, y también tengo de Staedtler.
- Rotuladores acrílicos opacos. Mi último descubrimiento. Como los rotuladores permanentes de colores no son nada cubrientes, no me servían, así que tras preguntar y preguntar encontré estos de la marca POSCA que al ser opacos, cubren muy bien. Además tienen en punta fina (0.7mm), y van genial para rellenar los dibujos. El precio, algo más de 2€ cada uno.
- Barniz vitrificador ultrabrillante. Sirve para mantener mejor los colores a largo plazo y además le da un efecto brillante muy bonito. Este producto es muy bueno, pero un poco caro, el botecito grande de 180ml, casi 10€. También se utiliza para hacer trabajos de decoupage.
- Un pincel plano.
- Toda tu imaginación, creatividad, y dejarte llevar por el momento y el mandala. Lo que surja.
Antes de nada pintamos las piedras de un color base que nos guste. Primero por un lado y al cabo de una hora más o menos ya podemos darle la vuelta para pintar el otro. Esto es algo muy sencillo, y Sunflower disfruta muchísimo haciéndolo.
Una vez secas (mejor dejarlas reposar un día al menos), empezamos a dibujarlas con un rotulador permanente negro o blanco (según el color que hayamos escogido para la piedra).
Recuerda que el mandala empieza siempre con un punto en el centro y vamos dibujando alrededor de él. En este vídeo que he preparado especialmente para ti, puedes verme en acción (aunque a cámara rápida claro): Y voilà, el resultado:
Como has podido ver en el vídeo, rellenar con color es muy sencillo. Antes de encontrar estos rotuladores tan molones intenté hacerlo con pintura acrílica y un pincel muy muy fino. Es otra opción, pero el rotulador es más preciso y fácil de utilizar. El último paso será poner una capa de barniz ultrabrillante. Para hacerlo, mejor deja pasar unos días, ya que el rotulador permanente si no está muy muy seco, puede correrse.
Después de esto, ya tienes tus piedras-mandala preciosas para decorar. Aquí te muestro algunas de nuestras sencillas creaciones:
Los usos que les hemos dado a nuestras piedras hasta ahora, y que has podido ir viendo en nuestro Instagram, son: como pisapapeles, para decorar un centro de mesa, como sujetapuertas, para la mesa de estación, para que juegue Sunflower,… ¡Espero que te haya gustado! Gracias por pasarte,
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