Revista Cine

Django

Publicado el 25 enero 2013 por Contranight @contranight
DJANGO

Siempre que se estrena una película del oeste de relativo éxito hay alguien que se apresura a atestiguar la resurrección del género. Ya sucedió con Open Range, Appaloosa o más merecidamente con la reciente revisión de Valor de Ley a cargo de los hermanos Coen, y que no os quepa duda de que volverá a pasar con Django Desencadenado. Una verdad a medias, ya que no sería del todo cierto afirmar que el gran Tarantino, ha resucitado el western. Más bien ha logrado que renazca, moldeado con una forma nueva a partir de cenizas que ardieron con bastante intensidad durante los años 60 y 70. Porque más allá de desempolvar el género en el que brillaran Sergio Leone, Lee Van Cleef o el mismísimo Clint Eastwood, la proeza de Tarantino en su séptimo trabajo consiste en confeccionar su película más referencial y a la vez una de las más personales. Una que además no esconde su pertenencia al siglo XXI, donde el nivel de exigencia a un realizador de su categoría va más allá de un relato de tipos con los dientes sucios, disparándose entre miradas de perro o escupiendo asquerosamente. En esta ocasión, esa baza es el retrato más crudo y sangriento que hayamos visto nunca sobre la esclavitud. La gran peculiaridad de esta nueva propuesta de Tarantino está en su reformulación de los códigos y convenciones asociados a dicho cine, adaptándolos e integrándolos en su iconoclasta forma de entender el cine para ponerlos al servicio de una historia ambientada en uno de los momentos más duros de la historia de los Estados Unidos, siete años antes de la abolición de la esclavitud. Esta decisión, por supuesto, también le ha acarreado al director alguna que otra crítica por parte de algunos que consideran que el tema de la esclavitud en Norteamérica es lo suficientemente serio como para no merecer una “revisión” cínica e hiperviolenta en clave de spaguetti western. Uno de esos detractores ha sido precisamente el director afroamericano Spike Lee, el cual se ha negado públicamente a ver la película, condenándola como una “falta de respeto a sus ancestros”.

Lo que más nos gusta de Tarantino es que su cine consigue el milagro de evocar y celebrar la serie B de la que tanto bebe, pese a lo relativamente holgado de los presupuestos que suele manejar. Ir al cine a ver DJANGO, sin duda alguna, una de las mejores películas que hemos visto últimamente. 

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