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“Django desencadenado”: Una farsa continua

Publicado el 23 enero 2013 por La Mirada De Ulises

[6/10]   Quentin Tarantino continúa por tierras sudistas para hablar de esclavos negros y del precio de su liberación. Pero no lo hace con la gravedad que respiraba Spielberg en “Lincoln”, sino con la comicidad burlona y paródica a que nos tiene acostumbrados. Como es habitual, su violencia es excesiva, contundente y seca, y sus personajes se mueven siempre al filo de lo patético y lo irrisorio. Además, no faltan las referencias cinéfilas y una actitud gamberra en la que parece reírse de todo. En “Django desencadenado” hace cabalgar juntos al Dr. Schultz y al Django del título, convertidos en cazarrecompensas que se dirigen a la plantación de Candie con el fin de liberar a Broomhilda, la mujer de Django. Como siempre, no faltarán a nuestros centauros ocasiones para descargar toda su metralla… en una escalada que necesariamente avanza hacia la traca final.

“Django desencadenado”: Una farsa continua

Todo en Tarantino en una farsa continua, como lo es el plan de rescate del Dr. Schultz y de Django, pero al director de “Malditos bastardos” no le preocupa que su historia sea absurda e inverosímil, pues en ese perfil caricaturesco se apoya una propuesta que pasa de lo cómico -la escena de los encapuchados se lleva la palma- a lo macabro en un santiamén, con duelos que se resuelven sin dilaciones ni miramientos, y con una ausencia total de sentimentalismo y complacencia. No faltan las escenas de mal gusto -¿porqué tiene que mostrar sin ningún reparo el descuartizamiento de los perros o esa brutal pelea de “mandingos”?- ni tampoco las explosiones pirotécnicas o los abundantes baños de sangre… pero ese el mundo de Tarantino, tan falso y disparatado como provocador e incómodo. Su trabajo mira al spaghetti western y a Sam Peckinpah como sus referencias naturales, con zoom y ralentís que pretenden acercarnos un mundo de violencia, o con una banda sonora y unos títulos de crédito que nos acercan al western crepuscular de los años setenta. 

“Django desencadenado”: Una farsa continua

El problema de “Django desencadenado” es que todo queda en la superficie, que se reduce a una venganza plana y a unos personajes enfáticos y estereotipados (aunque sean voluntariamente dibujados así). No vemos más que individuos decididos a rivalizar en orgullo y prepotencia, que se adornan con diálogos floridos y grandilocuentes, pero que no tienen evolución ni entrañas; y además una ingente descarga de munición y dinamita… que termina por hacer saltar por los aires toda la estructura de cartón-piedra que Tarantino ha levantado. Nada es real y todo es apariencia, como deja claro el Dr. Schultz en su primer trabajo como dentista enfrentado al sheriff bastardo y sabe reflejar Christoph Waltz, o como da a entender un refinado pero brutal villano que encarna Leonardo DiCaprio o el esclavo interpretado por Samuel L. Jackson… tan simple como intuitivo. 

“Django desencadenado”: Una farsa continua

El éxito de la misión del Dr. Schultz y de Tarantino depende de ese juego de distracciones y faroles continuados, que les permitirá lograr un buen espectáculo con el que conseguir un buen botín de recompensa o de taquilla. Aunque la narración es ágil y la historia avanza con buen ritmo (aunque en su tercio final se empantana escandalosamente), a una cinta de casi tres horas le sobra bastante metraje y alguno de sus finales… porque la farsa no se hace mayor incluyendo un bandido más u otro estallido que venga a prolongar lo que ya sabemos: que faltan escrúpulos y sobran prejuicios, que hay monos vestidos de seda… que siguen siendo monos, que hay blancos-negros y negros-blancos. Pero estamos ante Tarantino, y en él todo es siempre excesivo, visceral, desagradable y exagerado.

Calificación: 6/10

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En las imágenes: Fotogramas de “Django desencadenado”, película distribuida por Sony Pictures Releasing de España © 2012 A Band Apart y The Weinstein company. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 23 enero, 2013 | Categoría: 6/10, Año 2013, Críticas, Hollywood, Western

Etiquetas: Christoph Waltz, Django desencadenado, Leonardo DiCaprio, Lincoln, Malditos bastardos, Quentin Tarantino, Sam Peckinpah, Samuel L. Jackson, Steven Spielberg


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