Curiosa la nueva obra que recientemente ha publicado Ponent Mon del maestro Taniguchi ya que aparentemente se aleja de su introspección habitual para sumergirse en un género tan ajeno a la temática manga habitual como el Western. Claro, que “Sky Hawk” es un western atípico que bajo la visión de Taniguchi se enriquece en significados.
A través de las vivencias de dos antiguos samuráis derrotados en el período de guerras civiles de la Revolución Meiji que encuentran refugio en las Rocosas norteamericanas, Taniguchi relata los últimos años de gloría de los indios nativos norteamericanos antes de ser definitivamente diezmados por los hombres blancos. Cuando, tras una serie de circunstancias, Hikozaburo y Manzo son admitidos en la tribu de los sioux oglala del legendario Caballo Loco bajo los nombres de Halcón del Cielo y Lobo del Viento encontrarán una nueva causa por la que luchar que dé sentido a su vida.


Más allá de lo trillado de los hechos Taniguchi no niega en el epílogo haberse inspirado abiertamente en películas ya clásicas sobre la forma de vida de los indios para construir las tramas sobre las que se sustentan los distintos capítulos. Así la influencia de películas como “Bailando con lobos”, “Un hombre llamado Caballo” o “La leyenda de Jeremiah Johnson” o de cómics europeos como “Blueberry” o “Comanche” es más que palpable aunque quizás el germen oculto de la idea de Taniguchi sea, en mi opinión, la serie “Kung Fu”.
A pesar de lo manido de la historia y las situaciones que describe la obra, esta no deja de resultar entretenida gracias a la claridad expositiva de Taniguchi que en “Sky Hawk” vuelve a mostrar algunas de las constantes de su obra como el amor por la naturaleza, la vida al aire libre o el espiritualismo oriental a través de situaciones y escenas de gran belleza ampliando su registro al desarrollo de secuencias de acción perfectamente desarrolladas.
En definitiva, “Sky Hawk” es un manga entretenido y lleno de posibilidades que podría haberse convertido en un punto de inflexión en la obra de Taniguchi si el autor hubiera reforzado su característico tono introspectivo quedando reducido finalmente a una hermosa y correcta incursión en un género solo aparentemente alejado de su tradición.
