Vergüenza es lo que este equipo transmite ya a estas alturas. El partido de anoche ante los Houston Rockets y en nuestra propia cancha no sirvió tan siquiera para que los jugadores sacasen su orgullo y mostraran su mejor juego.
Luis Scola con 27 puntos, Budinger con 24 y Aaron Brooks con 30 han hecho que Boston vuelva a las andadas y que toda la afición se muestre de nuevo indignada con lo que este equipo esta mostrando. La dejadez de Rasheed Wallace se ve a kilómetros, se le ve desmotivado y sin ganas de jugar ni un sólo minuto y eso que en estos dos últimos partidos ha sido de los mejores, pero lo que lleva haciendo toda la temporada es vergonzoso.
Lo mismo ocurre con el quinteto titular quienes se cargan enseguida de faltas (Garnett,y Ray Allen con 6) debido a la impotencia de no poder llegar a cada jugada, el físico se resiente de los tantos minutos jugados y en los Playoffs dudo que esta situación pueda siquiera corregirse.
Pero quién se lleva la palma no es otro que Doc Rivers, quién junto con Danny Ainge parece llevar grabada en la mente la mítica canción de Bobby McFerrin con el tema de Don´t worry be happy. La distribución de minutos de "Doc" es penosa, el BigTree juega sus minutos lo hagan bien o mal, se carguen de faltas o no... y en el banquillo el único que parece jugar sus minutos no es otro que Rasheed Wallace. Así de este modo, ver los tiempos muertos del equipo es un "cachondeo", Doc a un lado de la cancha con su staff técnico y los jugadores a su bola en las sillas del banquillo, por no decir en los entrenamientos dónde reina la anarquía.
La situación se le ha ido de las manos, su principal objetivo este año, hacer funcionar a esta plantilla y alimentar el buen rollo en los vestuarios no se ha conseguido y es por eso que esta debe ser la última temporada de Glen Rivers cómo entrenador de los Boston Celtics.
Ver al otro lado de la pista anoche a Rick Adelman fue todo un regalo, lo que este hombre está haciendo con este equipo, ante las bajas de Shane Battier, Kevin Martin, Yao Ming... y lo que en los Playoffs pasados les hizo sudar a losLakers es de diez, un gran entrenador con muy poca suerte, todo lo contrario que nuestro Doc Rivers, un entrenador corriente con una grandísima suerte, encontrarse con un equipo que no precisaba de entrenador apenas en el 2008 y que gracias a sus jugadores ha logrado subirse a la cima y lo peor de todo es que se lo cree y peor aún que Danny Ainge confía ciegamente en él.
Espero que esta sea su ultima temporada pero no se por qué me parece que no será así y que veremos a Rivers un año más en el banquillo del Garden.
Creo que ya he dejado bastante clara la situación de la plantilla, la cuál ya no hace caso de su penoso entrenador el cuál hace muy malos a todos los suplentes que caen en sus manos. Marquis Daniels, Nate Robinson, Rasheed Wallace, Glen Davis y que sigue confiando en tales cómo Tony Allen ( anoche 27 minutos). Daniels no supero los 5:30, Robinson los 8 minutos en juego y Glen Davis se quedó en unos pobres 10 minutos para intentar hacer algo, esto por no hablar de Shelden Williams, quién lleva una temporada entera con el sambenito encima.
Esta plantilla ya no da para mucho más y menos con Doc al mando, próximo partido contra los Cleveland Cavaliers quienes querrán hacer sangre en la herida ya abierta y que parece que no se va a cerrar. A estas alturas somos cuartos, por detrás de los Hawks quienes esta noche han perdido cediéndonos una gran oportunidad para evitar enfrentarnos contra los Heat que vienen arrasando o contra los Bucks, quienes juegan a placer contra nosotros, deseoso estoy de vernos en primera ronda, espero que este verano sea largo en los despachos de Massachusetts.