Bodega: Domaine Berthet-Bondet
DO: AOC Cotes du Jura
Variedad: 100% Chardonnay
Este verano nos hemos aficionado (y mucho !) a los blancos, siguiendo la creencia general de que un buen vino blanco, fresco, es ideal para el verano, pero rompiendo el mito de que sólo van bien para el pescado. Los hemos tomado con carnes blancas, con foie, e incluso, solos, acompañando el dolce far niente veraniego, por el placer de disfrutar el momento. Y sin duda, los vinos de Cotes du Jura ayudan a ello…
Berthet Bondet es un “domaine” construido sobre una bodega del siglo XVI, aunque hay evidencias de que podría existir desde el siglo XIII. Tienen en total 10 ha de terreno, de las cuales 5 pertenecen a la AOC Chateau-Chalon y 5 a la AOC Cotes du Jura. Los actuales propietarios, Jean Berthet-Bondet y su mujer, Chantal, no proceden de familias con una larga tradición vitivinícola, pero sin duda, han logrado entender muy bien las peculiariedades de una zona fascinante, con una larga historia de producción de vinos, y donde la Chardonnay la Savagnin se sienten en casa.
Situada en el Franco Condado, y fronteriza con Suiza, la AOC Cotes du Jura es un área muy fértil (se la conoce como “Bon Pays”) que se extiende de Norte a Sur, y ha sido tradicionalmente zona de paso y escenario frecuente de guerras.
Es un terreno de margas (roca de calcita y arcillas), de gravas , con clima semi continental de inviernos ásperos y cálidos veranos.
Y con estas condiciones, Berthet-Bondet elabora unos vinos blancos maravillosos, diferentes, con personalidad, de esos que crean afición y dejan con ganas de probar sus hermanos mayores, su Gran Cru de Savagnin, que elaboran con el método “sous voile”, donde se deja una parte de la barrica de crianza sin rellenar (poéticamente, esta parte vacía se llama “la parte de los ángeles”), que hace que el vino, en contacto con el aire, genere una capa de levaduras que le protegen de la oxidación y le confieren sus característicos aromas.
Este Chardonnay 2011, que incluyen en su gama de vinos clásicos, es un monovarietal que ha pasado un año de envejecimiento en barrica (esta, llena del todo), y que expresa elegancia y mineralidad, con un suave tacto de la madera, que le aporta cierta complejidad aromática. Es un vino fresco, varietal, que transmite las notas distintivas del terroir, aromas a tierra, a heno.
Una pequeña joya, un gran descubrimiento, una buena iniciación en los vinos de esta tradicional AOC francesa, a un precio asequible (alrededor de 13 euros).