Hace días que no leo a Don Mario y tampoco nos viene a ver. Es primavera y como la lluvia y el sol que hacen brotar las flores en estos días, Benedetti siempre nos arranca una sonrisa, una esperanza, una alegría del alma. Entonces, hoy nos sorprende con su visita. Y aprovecho para dedicar este post a mi amiga Laura (rodaisa) por ser la paz en el desasosiego, el corazón que escucha en la tormenta y la fuerza que abre puertas y ventanas para que el aire me haga bailar, la vida se me muestre en mil matices y colores y el mundo entero sea parte de mi camino. Molts i molts petonets i moltes mercès, guapa !!!