Revista Opinión

Don Victoriano Huerta, digno hijo de Colotlán

Publicado el 05 agosto 2018 por Jamedina @medinaloera

Don Victoriano Huerta, digno hijo de Colotlán

El general Victoriano Huerta.

Ahora que, según anuncia el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, está por arrancar la cuarta transformación de México, seguramente se revisarán muchos aspectos de la historia oficial desde tiempos de la Independencia hasta nuestros días, pasando por la Reforma y la Revolución.

Entre las cosas que más atañen a Jalisco destacan los injustos ataques de que ha sido objeto el general Victoriano Huerta, oriundo de Colotlán, Jal., al grado de que durante mucho tiempo se dijo que tanto la Federación como el Estado habían abandonado a su suerte a esa apartada región, sólo porque Huerta había nacido ahí.

Cierta o no cierta la versión, el caso es que la zona aún sufre marginación en su vida económica y social, pero la gente de allá no deja de considerar al general Huerta como un héroe, ya que no se ha demostrado el principal delito que le imputan, de haber mandado matar a Madero y Pino Suárez. En cambio, los evidentes méritos de este ilustre militar no han contado para nada.

Anécdota de Gil Preciado
Hay una anécdota que ilustra el pensamiento oficial sobre Huerta:
En una de sus giras de trabajo el profesor Juan Gil Preciado, quien gobernó Jalisco a fines de los años 50 y principios de los 60 del siglo pasado, viajó a la apartada Zona Norte.

Por aquel tiempo, para llegar a Colotlán, saliendo de Guadalajara, había que tomar la Carretera a Saltillo, rumbo a Ixtlahuacán del Río, y luego por territorio del Estado de Zacatecas, por todo el Cañón de Juchipila hasta la exhacienda de Malpaso, donde los vehículos doblaban a la izquierda para llegar a Jerez, luego a Tepetongo, y finalmente entrar al Norte de Jalisco por el lado de Huejúcar.

El caso fue que en esa gira el gobernador y sus cercanos colaboradores viajaban en una camioneta, y los periodistas en otra, de suerte que al llegar a Malpaso los reporteros decidieron hacer un alto en el tradicional puesto de tortas que ahí había, y que con el hambre que traían se veían muy apetitosas.

Sólo Octavio González Garzón, quien auxiliaba al gobernador en asuntos de prensa, continuó el viaje con él hasta llegar a Colotlán, donde de inmediato dio principio un acto de recepción.

Inesperado elogio a Huerta
Fue durante dicho acto cuando un hombre de edad avanzada, de pelo blanco y de solemne aspecto, empezó a decir un discurso de lo más elogioso “para ese gran mexicano, patriota, ejemplo de las viejas y nuevas generaciones, el digno hijo de Colotlán, don Victoriano Huerta…”

Visiblemente preocupado por lo que estaba escuchando (ya que Huerta fue y sigue siendo satanizado por la historia oficial), Gil Preciado se dirigió en voz baja a su jefe de prensa, González Garzón, preguntándole qué había pasado con los periodistas. González le respondió que se habían quedado en Malpaso comiéndose unas tortas.

–¡Ah qué bueno! –dijo entonces ya tranquilo el gobernador–, a nadie le diga lo que pasa aquí porque este pinche viejo la está regando.

javiermedinaloera.com

Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del domingo 6 de agosto de 2018.


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