Me encantan los estrenos de cine, sobretodo los americanos para deleitarme con los outfits que pasean las estrellas de Hollywood por la alfombra roja.
Siempre me ha gustado ver cómo Penélope Cruz se contoneaba delante de millones de flashes con vestidos vaporosos y llenos de encanto, dejando así claro que en España también podemos derrochar elegancia y glamour por los cuatro costados. Muy en especial ella que, con ese aire hepburiano que la caracteriza, supo conquistar la meca del cine como nadie.
Nunca olvidaré el año que recogió el Oscar con ese maravilloso vestido de Balmain que la hacía ser única y con luz propia.
Creo que Penélope siempre ha intentado ser muy fiel a un estilo basado en la sencillez y en la elegancia, sin embargo creo que en sus últimas apariciones no ha estado del todo acertada.
La última ha sido hace muy poquito cuando acudía a Roma para presentar su última película The Rome with Love, en la capital italiana.
En la presentación de la película a todos los medios escogió un vestido negro palabra de honor de Pucci con apertura. Sinceramente parecía que se había puesto lo primero que vió. Poco elegante y tampoco muy acertada con el peinado.
Para el estreno de la noche, se decantó por un vestido de encaje color maquillaje que, sinceramente me encantó, pero viendo a la actriz en su conjunto...hay algo que no acabó de convencerme.
Creo que fue el recogido trenzado, Penélope tiene una melena espectacular y creo sinceramente que ese moño no le favorecía nada.
En definitiva, después de tanto tiempo sin verla, la he visto derrochando un poquito menos de glamour...¿No os parece?