Parece que últimamente la Sociedad haya empezado a tomar conciencia del uso-abuso que se hace de los móviles y de cómo este hecho está cambiando profundamente las modalidades con los cuales nos relacionamos con los demás. Esto es especialmente grave en los jóvenes porque este abuso está incentivado por el “huevismo” de los padres que prefieren una pseudo libertad de hacer lo que “les da la gana”, al compromiso e al sacrificio que conlleva el estar presente en la vida de sus hijos, en breve, de educar a sus hijos.
Tengo la sensación de que los jóvenes, pero sobre todo un buen segmento de los adultos actuales, sufren permanentemente el síndrome de no estar nunca en el lugar donde vale la pena vivir la vida; es como si estuvieran permanentemente en un lugar de paso y de existencia gris, mientras que la vida llena de color, felicidad y alegría siempre se encuentra en otro lugar.
Si quieres ver hasta que punto esto ha llegado a ser un problema de nuestra sociedad, visita el enlace a mi nuevo artículo escrito para la plataforma Dodho